BOLIVIA, 10 Nov (EUROPA PRESS)
Rodrigo Paz, el recién inaugurado presidente de Bolivia, llevó a cabo la ceremonia de posesión de su nuevo gabinete el pasado domingo, destacándose la conformación de un equipo marcado por la presencia de figuras políticas veteranas de la nación y la notable ausencia de representantes indígenas, hecho que no ocurría desde hace dos décadas. En un Bolivia donde, según estimaciones del censo de 2024, el 38,7 por ciento de la población pertenece a grupos indígenas, principalmente quechuas y aymaras, Paz justificó tal exclusión argumenta que dichos grupos ya disfrutaron de representación en el Gobierno durante los últimos 20 años, y que ha llegado el momento de enfocarse en la "meritocracia".
Paz, durante su discurso, planteó la pregunta: "¿Bolivia está mejor?", anticipándose a las críticas por su decisión. Profundizó en su visión de un estado movido por la meritocracia, la eficiencia y la transformación, manteniendo la puerta abierta a todos aquellos dispuestos a "servir a la patria".
Su gobierno, formado por catorce ministerios, tres menos que su predecesor Luis Arce, también ha sido noticia por desplazar la celebración de toma de posesión de cargos al Palacio Quemado, algo interpretado como un gesto simbólico de cambio, especialmente acompañado del retiro de la bandera wiphala de su fachada. Este acto ha sido fuertemente criticado por sectores indígenas y el expresidente Morales, quien lo catalogó como un intento de "borrar la memoria colectiva" y pasaje a un estado de exclusión.
Entre las figuras seleccionadas para el gabinete se encuentra José Luis Lupo, designado como nuevo ministro de la Presidencia, cuyo primer desafío será la reestructuración del gobierno. Lupo, con experiencia previa en cargos ministeriales, asumirá también de manera interina el ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. Gabriel Espinoza, anterior director del Banco Central de Bolivia, ha sido escogido para navegar la crisis económica, y las relaciones internacionales recaerán en Fernando Aramayo, conocido por su experiencia en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia. Por otro lado, Freddy Vidovic, abogado personal del vicepresidente Edmand Lara, ha sido el elegido para encabezar el Ministerio de Justicia, desestimando por ahora la eliminación del mismo, como fue prometido en campaña por Paz.
Esta remodelación gubernamental y las acciones simbólicas emprendidas por Paz sugieren un marcado interés en diferenciarse de las administraciones anteriores, particularmente de las gestiones del MAS, presididas primero por Evo Morales y luego por Luis Arce, rompiendo con casi dos décadas de su dominio en la arena política boliviana.