Actualizado 12/08/2006 07:20

Bolivia.- Los policías suspenden la huelga de hambre ante la creación de comisiones para estudiar nuevos salarios


LA PAZ, 12 Ago. (EP/AP) -

La protesta que iniciaron los policías de menor nivel para conseguir mejoras salariales concluyó el viernes por la noche con un acuerdo, poco después de que el gobierno calificara de "insubordinación" al movimiento.

El comandante de la policía, general Isaac Pimentel, anunció la "normalización de todos los servicios policiales" y la creación de comisiones que estudiarán un reordenamiento salarial, tras una prolongada reunión que él presidió.

El Gobierno dijo que los policías recibieron un reciente incremento salarial del 3% y se negó a ceder a la demanda.

Asimismo, denunció supuestos móviles políticos en el movimiento iniciado por 15 suboficiales y sargentos que se comenzaron una huelga de hambre el miércoles. Otros policías se declararon en "emergencia", apoyando a sus camaradas.

"No son los procedimientos ni los mecanismos (para reclamar), no habrá aquí amenazas de chantajes; no vamos a tolerar este tipo de insubordinación. La policía no delibera", dijo la ministra de Gobierno, Alicia Muñoz.

Muñoz se negó a participar de la reunión entre Pimentel y los policías de menor nivel, los cuales llegaron de distintas ciudades para reclamar una nivelación con los salarios que perciben militares de similar rango, a quienes el gobierno concedió un aumento del 5%.

La ministra denunció el viernes que los policías que debían resguardar el palacio presidencial no se presentaron a su trabajo, como parte de las protestas.

El movimiento policial provocó un cruce de acusaciones. El gobierno responsabilizó al principal partido de oposición, Poder Democrático Social (Podemos) de instigar la protesta para desestabilizarlo.

El diputado opositor Fernando Messmer rechazó las sospechas y dijo que el presidente Evo Morales "bebe su propia receta", porque cuando fue líder sindical alentaba rebeliones policiales, una de las cuales degeneró en un estallido social en febrero del 2003 con el saldo de una treintena de muertos.

El suboficial Roberto Barrios, que había iniciado la huelga, anunció desde Santa Cruz que los servicios policiales se normalizarán, pero que la Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos y Clases de la Policía que preside permanecerá en "vigilia" hasta que las comisiones creadas den una respuesta a las demandas.

Las cuatro comisiones estarán conformadas por policías de todos los niveles y rangos y buscarán mejorar los salarios racionalizando otros gastos, dijo Pimentel.