Actualizado 19/05/2006 04:10

Brasil.- 14 nuevas muertes elevan a 170 las víctimas desde el inicio de los enfrentamientos entre Policía y criminales


SAO PAULO, 19 May. (EP/AP) -

La oleada de muertes a manos de policías enardecidos por los ataques de miembros de la mafia brasileña contra sus compañeros continuó creciendo en las últimas horas y en la noche del jueves la cifra llegaba a 170, un número sin precedentes en la historia de este país.

Los enfrentamientos de la noche del miércoles y la madrugada del jueves causaron la muerte de otros 14 supuestos criminales, informó la Secretaría de Seguridad del estado de Sao Paulo en un comunicado en su sitio de internet. No hubo muertes de policías ni civiles en ese período.

Con las nuevas víctimas, el total de muertes en los últimos días se elevó a 170 --107 supuestos criminales, 41 agentes, cuatro civiles y 18 reclusos--.

La nueva cifra vino precedida de crecientes críticas a las autoridades por parte de defensores de los derechos humanos.

El debate subió de tono tras la confirmación de que algunas cárceles de la ciudad recibieron televisores por exigencia de los presos para ver el Campeonato Mundial de Fútbol. Además, un técnico de sonido vendió por 200 reales (unos 90 dólares) una grabación de una sesión legislativa secreta que revelaba el traslado de cabecillas de la banda a otro presidio, lo que causó la reacción violenta de la banda de delincuentes Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal a la que se le atribuye la ola de violencia.

Entre el miércoles en la noche y el jueves de madrugada, continuaron los tiroteos esporádicos en la ciudad y los canales de televisión informaron que otros ocho autobuses habían sido quemados.

La sicosis de violencia que se ha apoderado de gran parte de la ciudad recrudeció en la jornada, cuando la policía detectó un vehículo que llevaba cuatro cargas de dinamita. Al detenerlo en una carretera, provocó un embotellamiento monumental del tráfico.

Era casi imposible mantener una lista cierta de bajas pues las autoridades no han brindado sino la de la identidad de los policías abatidos supuestamente por los bandidos del Primer Comando de la Capital (PCC), la organización criminal a la que se le atribuye la ola de violencia.

El aumento envió señales de alarma para las organizaciones de derechos humanos.

"No hay duda de que hubo venganza", dijo Ignacio Cano, de la Universidad de Río de Janeiro, al diario 'O Globo'. "Es un impulso comprensible de vengar a los compañeros muertos, pero de ahí a que se incentive ese tipo de comportamiento...Ésto va a traer más violencia contra los policías."