Publicado 08/07/2021 23:12

Brasil.- Bolsonaro agita el fantasma del fraude electoral y avisa de que las generales o son "limpias" o no se celebran

Jair Bolsonaro
Jair Bolsonaro - Alan Santos/Palacio Planalto/dpa

MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto este jueves a agitar el fantasma del fraude electoral de cara a las próximas elecciones previstas para octubre de 2022, en las que según los sondeos perdería ante el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y ha asegurado que o son "limpias" o no se celebrarán.

"Las elecciones del año que viene serán limpias, o tenemos elecciones justas en Brasil o no las tendremos", ha espetado Bolsonaro a las puertas del Palacio de la Alvorada, donde ha departido, como es habitual, con el grupo de fanáticos que se agolpan a la salida de la residencia oficial del presidente, cuenta 'O Globo'.

Desde que las condenas por corrupción contra Lula da Silva fueron anuladas, y con ello recuperando así sus derechos políticos, Bolsonaro ha visto peligrar su reelección, más cuando los últimos sondeos dan como favorito al expresidente, quien todavía no se ha postulado de manera oficial, en algunos incluso rozando el 50 por ciento de los votos necesarios para evitar una segunda vuelta.

Tanto es así, que el presidente Bolsonaro ha estado acusando sin pruebas al sistema de voto electrónico, el cual, según él, propicia que se pueda producir fraude electoral. Al mismo tiempo, no ha escatimado en insultos hacía el líder del Partido de los Trabajadores (PT), de quien dice, solo puede ganar con trampas.

Esta misma semana, el líder de ultraderecha ha llegado incluso a deslizar que no aceptaría el resultado de las elecciones si no hay voto impreso. "Es posible que algún lado no acepte el resultado. Ese lado, obviamente, es el nuestro lado", dijo durante una entrevista para la emisora Radio Guaíba.

Bolsonaro defiende, aunque no ha aportado pruebas, que el sistema de urnas electrónicas no funciona en Brasil desde hace 20 años y por ello sus aliados en el Congreso trabajan a contrarreloj para lograr aprobar el voto impreso, una especie de justificante de que se habría producido la votación correctamente. No obstante, hasta once formaciones se han opuesto ya a la proposición de ley presentada.