Dilma Rousseff
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BRASILIA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ministro de Comunicación de Brasil, Paul Bernardo, ha confirmado este jueves que el Ejecutivo brasileño está seguro de que las agencias de Inteligencia de Estados Unidos habrían controlado las llamadas telefónicas y los correos electrónicos enviados desde el territorio del país sudamericano.

El embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, ha admitido hasta ahora que Washington había accedido a la conexión de metadatos del servicio de internet de Brasil, pero ha criticado la publicación de informes confidenciales por parte del diario 'O Globo'.

Agentes de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) y de la Agencia Central de Información (CIA) de Estados Unidos operaban desde Brasilia una de las 16 estaciones de la red de espionaje global diseñada por los servicios secretos estadounidenses para recopilar información clasificada a través de satélites de otros países, según los documentos facilitados por el extrabajador de la NSA Edward Snowden.

El diario 'O Globo' también desveló el domingo que Brasil era "objetivo prioritario" del espionaje estadounidense, al nivel de países como Pakistán, Rusia, China o Irán.

El ministro ha reconocido que sí se ha comprobado que Washington ha accedido a información de usuarios y a llamadas telefónicas hasta el punto de realizar "una colección con todos los datos". Además, según recogen los medios locales, Bernardo ha reconocido que la NSA podría haber controlado las llamadas entre ministros y la presidenta, Dilma Rousseff.

"Todos los ministros tienen un teléfono encriptado y recibimos periódicamente la visita de técnicos encargados, para saber si sigue funcionando. La presidenta nunca me ha llamado por uno de estos teléfonos. Ella llama a mi móvil personal", ha apostillado.

El ministro ha reconocido ante la Comisión de Exteriores del Senado la debilidad del servicio de internet en Brasil y su dependencia de Estados Unidos. "Nos preocupa la posibilidad de fuga de datos de información estratégica", ha explicado el ministro.

"Si va a enviar un correo electrónico secreto a un amigo (...), la copia ya existe" en Estados Unidos, ha indicado Bernardo, que ha manifestado que el Gobierno aún no ha descubierto si hay empresas en Brasil que han colaborado con Estados Unidos.

"Estas historias llevan tiempo en los medios alternativos y los principales medios de comunicación. Si alguien dice que le sorprendió, no era consciente de lo que estaba sucediendo. Lo que nos preocupa es la posibilidad de que las empresas brasileñas hayan tenido alguna participación y que Brasil se haya convertido en una base para la toma de datos", ha añadido.