MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los candidatos a las presidenciales de 2022 por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), Joo Doria y Eduardo Leite han reconocido este martes su error al apoyar al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta de las elecciones de 2018, durante el primer debate interno de la formación.
No obstante, este 'mea culpa' ha sido entonado cuando el tercer candidato en discordia, el antiguo alcalde de Manaos, Arthur Virgílio Neto, ha reprochado a los dos favoritos del PSDB por apoyar públicamente a Bolsonaro en las anteriores presidenciales, citando el caso de Leite, que reconoció que había votado por él.
La respuesta de Leite, sin embargo, ha ido en otra dirección, y ha aprovechado la coyuntura para deslizar que el ahora gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, se arrimó a Bolsonaro durante aquellas elecciones bajo el eslogan 'BolsoDoria' en la segunda vuelta. "No vendo mi alma para ganar a cualquier precio", ha dicho.
Si bien el debate, celebrado a iniciativa del periódico 'O Globo', ha tenido varios bloques en los que se han abordado cuestiones relacionados con el techo de la deuda, enmiendas parlamentarias, o las políticas de cada uno de los gobiernos locales que han liderado, este asunto sobre Bolsonaro ha sido omnipresente.
"Yo no le abracé, no fui detrás de Bolsonaro para conseguir una foto", ha insistido Leite durante la sesión de preguntas, en clara alusión a Doria, quien en 2018, en plena campaña llegó a viajar a Río de Janeiro para encontrarse con el ahora presidente brasileño.
"Hago autocrítica. En lo que respecta a Bolsonaro, cometí un error, al igual que Eduardo cometió un error. Recibir críticas, analizarlas y comprenderlas es parte de lo que impulsa tu destino", ha dicho por su parte Doria, quien tampoco ha perdido la ocasión de mencionar a Leite, gobernador del estado de Río Grande del Sur.
Doria también ha señalado que cree que el PSDB ha hecho autocrítica de sus coqueteos políticos con Bolsonaro, a cuyo Gobierno lo ha calificado de "genocida".
A menos de un año de las próximas presidenciales en Brasil, el mejor colocado para sacar a Bolsonaro del Palacio de la Alvorada es el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya ha adelantado que será en marzo cuando anuncie cuáles son sus intenciones para esta cita electoral.
Después de que recuperara sus derechos políticos tras anularse sus condenas, todos los sondeos ponen por delante al líder del Partido de los Trabajadores (PT), que podría ir de la mano de otras fuerzas de la izquierda brasileña como los comunistas, o el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), que por primera vez en su historia no inscribirá a un precandidato.
Por su parte, Bolsonaro continúa buscando una formación bajo cuyas siglas cobijarse de cara a las elecciones. Los que más opciones tienen son los muy conservadores Progresistas (PP), o el Partido Laborista Brasileño (PTB), sin descartar Patriotas, donde las divisiones internas se han acentuado ante una posible llegada del presidente brasileño, muy dado a colocar a sus hombres de confianza en las esferas de poder de los partidos en los que ha estado, que ya suman nueve.