Actualizado 21/04/2013 19:38

Brasil.- Condenan a 156 años de prisión a 23 policías implicados en la matanza de la prisión de Carandiru


MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Brasil ha condenado a 23 agentes de la Policía a 156 años de prisión cada uno por su participación en la masacre de la prisión de Carandiru, en Sao Paulo, en el sureste del país, en 1992, según informaron los medios brasileños.

Los agentes han sido declarados culpables de la muerte de 13 prisioneros de la cárcel de Carandiru y condenados a 12 años de prisión por cada reo fallecido. Las muertes se produjeron el 2 de octubre de 1992 durante una operación policial para terminar con un motín en la prisión. Durante el motín y la posterior operación policial murieron 111 presos y la acusación asegura que la mayoría de ellos murieron por disparos a quemarropa.

En un principio, los 23 agentes de Policía, la mayoría de los cuales están retirados en la actualidad, fueron acusados de la muerte de 15 reclusos. Sin embargo, la cifra se redujo a trece ya que se cree que las otras dos víctimas fueron asesinadas por otros reclusos. Los abogados de los agentes han señalado que presentarán una apelación.

Durante la audiencia, han sido juzgados 26 agentes de la Policía, de los cuales tres han sido absueltos. Se espera que decenas de agentes sean llevados a juicios en los próximos meses en relación con este caso.

En 2001, la persona que lideró la operación policial, el coronel Ubiratan Guimaraes, fue condenado por hacer un uso excesivo de la fuerza, pero fue absuelto en 2006 tras presentar una apelación.

El motín comenzó el 2 de octubre de 1992 después de que una discusión entre dos reclusos se extendiera rápidamente por la cárcel, la más grande de América del Sur en su momento, con 10.000 presos.

"Jamás pensamos que entrarían y empezarían a matar gente al azar, ya que no todo el mundo se había unido al motín", ha declarado un antiguo recluso de Carandiru, Jacy Oliveira a la cadena británica BBC. "Los policías comenzaron a disparar a todo el mundo, yo estaba en el quinto piso. Si mirabas a un policía a los ojos, estabas muerto", ha asegurado.

Una de las abogadas de los agentes, Ieda Ribeiro de Souza, ha argumentado que sus clientes sólo cumplían con su deber y que actuaron en defensa propia ya que muchos de los prisioneros iban armados.

La cárcel de Carandiru fue cerrada en 2002 poco después de que los reos del país organizaran un motín simultáneo en 27 cárceles diferentes repartidas por el estado de Sao Paulo, durante las cuales miles de visitantes fueron retenidos como rehenes.