BRASILIA, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La defensa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentó este viernes el primer recurso formal contra la sentencia por la que ha sido condenado a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de dinero por su vinculación con una vivienda de lujo que habría sido entregada al antiguo mandatario como soborno.
En un documento presentado en la Justicia Federal de Curitiba, la defensa de Lula considera que hay "contradicciones, omisiones y oscuridades" en la sentencia, según los abogados Cristiano Zanin Martins, Roberto Teixeira, José Roberto Batochio y Valeska Teixeira Martins. Además, sostienen que el expresidente en ningún momento tuvo la propiedad de la vivienda.
Con este recursos queda suspendido el plazo para apelar al Tribunal Regional Federal, encargado de la revisión del caso en segunda instancia y cuya decisión podría llevar a la inhabilitación política de Lula, quien pretende ser candidato en las elecciones presidenciales de 2018. El juez Sergio Moro no tiene plazos para decidir sobre el recurso.
La defensa de Lula denuncia la "ausencia de imparcialidad de Moro" y cuestiona la descalificación de testimonios que corroboraban las tesis de la defensa y acusan al juez de "faltar al respeto" al expresidente. "Es un análisis completamente subvertido sobre los elementos de prueba, evidentemente selectivo en favor de la acusación", señalan.
"¿Cuál es el criterio para dar total credibilidad a un acusado (el empresario Leo Pinheiro) buscando la reducción de la pena y descartar la veracidad de un expresidente de Petrobras (Sergio Gabrielli)", plantean. La defensa recuerda que Moro citó 18 veces a Pinheiro, a quien acusan de "delación premiada", y denuncian que se hayan utilizado informaciones periodísticas en el proceso judicial.
Mientras, las últimas encuestas sitúan a Lula como el favorito de cara a las elecciones de 2018. El estudio del Instituto DataPoder360 sitúa a Lula en primer lugar con un 26 por ciento de intención de voto, por delante de Jair Bolsonaro (21 por ciento), João Doria (13 por ciento) y Geraldo Alckmin (10 por ciento).