Actualizado 24/09/2006 20:38

Brasil.- Duro cruce de acusaciones en la recta final de las presidenciales brasileñas


RIO DE JANEIRO, 24 Sep. (EP/AP) -

La campaña electoral de las elecciones presidenciales brasileñas entró hoy en su última semana salpicada por un intenso intercambio de acusaciones entre el presidente, Luiz Inacio 'Lula' da Silva, favorito en las encuestas, y su rival socialdemócrata, Geraldo Alckmin, empeñado en evitar la victoria de Lula en la primera vuelta.

La presión sobre Lula y su Partido de los Trabajadores (PT) tuvo un válvula de escape este domingo tras la publicación en la revista IstoE de una información que implica al ex ministro de Salud y candidato socialdemócrata al Gobierno del Estado de Sao Paulo, José Serra, en un caso de corrupción estatal por sobrefacturación de cientos de ambulancias.

La misma revista publicó la semana pasada una entrevista con los dueños de la empresa que distribuía las unidades médicas destinadas a municipios con poblaciones pequeñas y registró en su edición que circula este fin de semana una lista de preguntas sobre el caso que ha provocado una tormenta política en Brasil.

"Durante la gestiones de Serra (como ministro de Sanidad) y su sucesor Barjas Negri fueron presupuestados para comprar 681 ambulancias entre 2000 y 2002, lo que suponía el 70% del total de 891 ambulancias adquiridas por el Ministerio entre 2000 y 2004. "¿Cuál fue el criterio establecido para esas compras en un período tan breve?", se preguntó el semanario.

Se cree que el sobreprecio de las unidades generó decenas de millones de dólares distribuidos entre los parlamentarios que aprobaron la entrega con fondos del presupuesto nacional y otros intermediarios.

Una comisión parlamentaria investiga este escándalo, en el que están implicados un tercio de los parlamentarios brasileños y de todos los partidos.

El caso se calmó tras la denuncia de la existencia de un dosier en el que se incriminaba a Serra en el negocio sobre facturado de esas unidades y que militantes del PT habrían intentado comprar. La batería de denuncias se concentró en la supuesta tentativa de compra de ese informe y el hallazgo en manos de los presuntos compradores de una gran cantidad de dinero, que ascendía a 770.000 dólares (algo más de 600.000 euros).

El hecho de que en la operación también estuviesen supuestamente implicadas personas del entorno personal de Lula, incluso alguien que le preparaba churrascos desde hacía años, complicó la vida del presidente.

De ese dosier, sin embargo, no se conocen sino fragmentos publicados en varios medios de comunicación brasileños. La policía federal está investigando el caso.

El propio Lula ha dicho que querría conocer lo que contiene el informe, y la Central Unica de Trabajadores (CUT) denunció la semana pasada que había una "escandalosa parcialidad" en el tratamiento del escándalo, al ignorar el contenido del informe.

La reaparición del tema con las acusaciones contra Serra y su sucesor en el Ministerio de Sanidad, antes del triunfo de Lula en las elecciones de 2002, echó más leña al fuego de denuncias que prevalece en la atmósfera pre-electoral brasileña.