Actualizado 05/04/2019 08:16

El Gobierno de Bolsonaro rechaza que hubiera un golpe de Estado en Brasil en una carta enviada a la ONU

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PRESIDENCIA DE BRASIL - Archivo

MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha enviado este jueves una carta al relator especial de Naciones Unidas para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición, Fabián Salvioli, en la que defiende la intervención militar de 1964 y rechaza que hubiera un golpe de Estado en Brasil ese mismo año.

La misiva señala que la actuación militar era necesaria para hacer frente a una "creciente amenaza del comunismo en Brasil", según ha informado el diario local 'O Globo'.

Las autoridades brasileñas han aclarado así cuál es el punto de vista del presidente sobre lo que pasó entre 1965 y 1985 mientras han recalcado que esto no justifica casos de violación de los Derechos Humanos en país durante la dictadura.

"La conmemoración del 31 de marzo por parte de las Fuerzas Armadas no pretende justificar ni tolerar violaciones de los Derechos Humanos. Al contrario, somete a debate público una fecha histórica importante en la historia de Brasil", recoge la misiva.

A finales de marzo, Salvioli instó al Gobierno de Brasil a reconsiderar sus planes para conmemorar el aniversario el golpe de Estado que en 1964 dio inicio a una dictadura de más de 20 años, lo que suscitó una fuerte reacción por parte de las instituciones y la sociedad civil.

"Conmemorar el aniversario de un régimen que provocó tanto sufrimiento a la población brasileña es inmoral e inadmisible en una sociedad fundamentada en el Estado de Derecho. Las autoridades están obligadas a garantizar que estos crímenes horrendos no son olvidados, distorsionados o dejados sin castigo", indicó.

En este sentido, el relator afirmó que "cualquier acción que pudiera justificar o aprobar las graves violaciones durante la dictadura reforzarán la impunidad que los responsables han disfrutado en Brasil, socavar los esfuerzos para evitar que esas violaciones se repitan y debilitar la confianza de la sociedad en las instituciones públicas y el Estado de Derecho".

Bolsonaro, que llegó al poder el pasado 1 de enero, ya había recibido críticas con anterioridad por hablar de forma positiva sobre la dictadura.