BRASILIA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un joven ha muerto atropellado en el marco de la manifestación que se ha celebrado este jueves en la localidad de Ribeirio Preto, ubicada en el estado de Sao Paulo, como parte de la gran protesta social que recorre Brasil desde hace días.

Las circunstancias del suceso no están claras. Se cree que una camioneta o una moto ha atropellado a doce personas a la altura de la avenida de Jaoa Fiusa, al término de la protesta.

Como consecuencia de ello, una persona --que la cadena O'Globo ha identificado como Marco Delfrati, de 18 años de edad-- ha fallecido y las demás están heridas, algunas en estado grave.

Unos medios de comunicación aseguran que el conductor se ha dado a la fuga, mientras que otros apuntan a que ha sido detenido, pero que la Policía Militar se lo ha llevado a otras instalaciones para evitar que sea linchado.

De confirmarse, sería el primer muerto que dejan las protestas que comenzaron hace dos semanas por el precio del transporte público y la organización de eventos deportivos, pero que ya se han convertido en una gran queja social.

Las movilizaciones comenzaron de forma pacífica en Sao Paulo por la subida del precio del transporte público de 3 a 3,20 reales, pero se tornaron violentas el pasado viernes, a causa de la represión de la Policía Militar.

Desde entonces, miles de personas han tomado las calles de las principales ciudades para protestar, ya no solo por estas tarifas, sino también por los efectos sobre la Hacienda Pública de la Copa Confederaciones, el Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas de 2016.

En respuesta, al menos once ciudades, incluidas Río de Janeiro y Sao Paulo, han accedido a cancelar el aumento del precio del transporte público o a aplicar una reducción, según los casos, pero no han conseguido calmar las calles.

Hoy, cientos de miles de personas se han manifestado en al menos 80 ciudades y en varias se han producido fuertes disturbios. Los más graves se han vivido en Brasilia, donde los manifestantes han conseguido entrar al Congreso y al Palacio de Itamaray, sede del Ministerio de Exteriores.

En este contexto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ha calificado de "legítimas" las protestas y se ha mostrado dispuesta a escuchar "las voces de la calle", ha convocado una reunión de emergencia del Gobierno para este viernes.

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