Publicado 29/09/2023 12:43

Brasil.- Una de las líderes golpistas del 8 de enero en Brasilia dice que la Policía "no hizo absolutamente nada"

Archivo - Un policía detiene a uno de los asaltantes de las instituciones del 8 de enero en Brasilia.
Archivo - Un policía detiene a uno de los asaltantes de las instituciones del 8 de enero en Brasilia. - Matheus Alves/dpa - Archivo

MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

Ana Priscila Azevedo, una de las detenidas por supuestamente organizar uno de los numerosos hechos violentos que se produjeron el 8 de enero en Brasilia, ha asegurado ante la comisión parlamentaria que los investiga que la Policía Militar de Distrito Federal "no hizo absolutamente nada" mientras se producían.

"Lo que yo vi fue una Policía inerte, que no hizo absolutamente nada. Nací y me críe en Brasilia y nunca vi la Plaza de los Tres Poderes desprotegida. No hubo contingente policial alguno, en la historia había visto eso", ha declarado.

"La Policía no hizo nada", ha insistido Azevedo, quien se ha preguntado dónde estaban los agentes antidisturbios. "La Fuerza Nacional sólo fue autorizada a actuar plenamente después de la intervención federal", ha dicho, a la vez que ha culpado al Ejército de haber mantenido en pie los campamentos en los que durante semanas se acantonaron miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.

"Los campamentos estuvieron montados durante tanto tiempo sin que nadie dijera lo contrario. Por eso nos atrevimos a pensar que éramos bienvenidos. Hubiera bastado con que un soldado nos dijera que teníamos que irnos y nos habríamos ido", se ha justificado Azevedo, según recoge el portal de noticias Metrópoles.

Azevedo está acusada de instigar la invasión de las instituciones en base a los varios canales de Telegram que gestionaba --algunos con más de 50.000 participantes--, en los que incitaba a la acción, vertía amenazas y anunciaba que ella misma "sitiaría los Tres Poderes", como reza uno de esos mensajes.

El mismo día 8 de enero, utilizó sus redes para celebrar estos hechos. Dos días después fue detenida y pasó de ser toda una celebridad entre la ultraderecha brasileña a ser acusada de ser una "infiltrada" de la izquierda.