Actualizado 24/10/2006 07:57

Brasil.- 'Lula' y Alckmin intercambian acusaciones en su tercer debate cara a cara antes de la segunda vuelta electoral


SAO PAULO, 24 Oct. (EP/AP) -

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su rival socialdemócrata Geraldo Alckmin participaron en el tercer debate televisivo cara a cara con miras a una segunda vuelta para definir al presidente que gobernará Brasil los próximos cuatro años.

El debate, que se alargó desde la noche del lunes hasta la madrugada de hoy, trató sobre sus visiones distintas de política externa y programas impositivos.

El encuentro de los candidatos fue trasmitido por la Red Record de Televisión en Sao Paulo y tuvo como telón de fondo a Lula, quien busca mantener la ventaja de más de 20 puntos porcentuales que le aseguraría la victoria el próximo domingo y a su rival, en una lucha a brazo partido por conquistar millones de votos que necesita para alcanzar la presidencia.

Alckmin dijo que hasta este conseguiría remontar la diferencia, pues a las encuestas "la población no les les da mucha bola; tienen muchas oscilaciones". Lula ratificó su confianza en ganar un segundo mandato.

Alckmin prometio que si gana las elecciones, la política externa de Brasil será distinta. "El caso de Bolivia es muy grave. Bolivia expropió los activos de Petrobrás y Brasil tomó una actitud sumisa, lo que generó inseguridad jurídica. Voy a colocar los intereses de Brasil al frente de los intereses ideológicos", dijo.

Lula replicó que a causa de Brasil los Estados Unidos no habían impuesto el Area de Libre comercio de las Americas (ALCA) a América del Sur y ametralló con datos sobre el crecimiento de las exportaciones brasileñas.

Al inciarse el debate, Alckmin abrió el combate atacando a Lula por los escándalos de corrupción que desde inicios del 2004 agobian al gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), inclusive una denuncia sobre un presunto escándalo de superfacturamiento en la construcción del aeropuerto metropolitano de Sao Paulo.

El Gobierno, dijo el socialdemócrata, tiene por marca una "corrupción acelerada" y una "lentitud en el crecimiento económico" pues Brasil sería el país que menos creció en 2005 en la región, sólo adelante de Haití.

"Los escándalos se presentan porque hay un gobierno que investiga", respondió Lula, subrayando que bajo su Gobierno los escándalos surgían porque las denuncias eran investigadas y acusó a Alckmin, como gobernador del estado de Sao Paulo hasta marzo pasado, de no haber permitido la apertura de más de 60 comisiones parlamentarias de investigación para averiguar denuncias en su estado.

"Nosotros no ocultamos las denuncias barriéndolas debajo de la alfombra", dijo Lula.

"Uno de los problemas de la economía es no crecer. Lula está destruyendo la industria brasileña. Los industriales son obligados a invertir sus recursos afuera", indicó Alckmin.

Lula alegó en respuesta que la economía brasileña estaba estancada desde hacía 20 años, y que en la década de 1970 hubo un crecimiento del 10 y más por ciento en ciertos años, pero que al acabar esa bonanza la pobreza había aumentado.

"Con ustedes, el país quebró dos veces", dijo Lula, tras recordar que bajo su Gobierno había liquidado toda su deuda con el Fondo Monetario International, cuando a fines de 2005 pagó de un solo golpe 15.000 millones de dólares.

Después se engarzaron en acusaciones sobre aumentos de los impuestos y Alckmin desafió a Lula a mostrar uno sólo que él, en la gobernación de Sao Paulo, hubiese aumentado. Dijo que, en cambio, podría citar 200 tarifas impositivas que había reducido. También desafió al mandatario a mostrar las cuentas de las tarjetas de crédito de la presidencia. Lula le respondió diciendo que esos datos estaban disponibles en los organismos competentes.

"La transparencia de nuestro Gobierno está estampada todos los días en la prensa brasileña", dijo.

Lula afirmó que la economía de Brasil no era perfecta, pero que ya no estaba quebrada como la había dejado el gobierno socialdemócrata anterior.

Lula, quien echó mano de sus conocidas ironías señaló que "esos banqueros son ingratos, porque recibieron tanto de mí y votan todos por Alckmin".

Al ser consultados sobre defectos y virtudes, Alckmin, volviendo al tema central de su campaña como un candidato ético, afirmó que seguramente tenía muchos defectos "pero robar, no".

"Tampoco le echo la culpa a los otros... no soy de los que para librar la propia piel echa a los amigos en el fuego", agregó Alckmin en una referencia a viejos amigos y colaboradores del presidente que han salido del gobierno, destituidos o renunciaron, debido a los escándalos.

Lula dijo también que en Brasil algunos medios de comunicación abusan de su poder y citó el caso en que un candidato favorecido por un canal televisivo había sido entrevistado más de 60 veces y su rival apenas una. Prometió que el desequilibrio sería corregido con la televisión digital a partir de 2008.