Publicado 06/04/2018 16:42

Brasil y la ONU refuerzan su respuesta a la crisis migratoria ante la incesante llegada de venezolanos

Migrantes venezolanos sin hogar en Cúcuta (Colombia) el 24 de enero de 2018
REUTERS - Archivo

   MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El Gobierno de Brasil y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han tenido que reforzar su respuesta a la crisis migratoria que se ha desatado en toda la región por la llegada masiva de venezolanos que huyen de las condiciones de pobreza en su país.

   De acuerdo con el Ejecutivo, unos 52.000 venezolanos han llegado a Brasil desde 2017. Actualmente, unos 800 cruzan la linde a diario. ACNUR destaca que, del total, 25.000 son solicitantes de asilo, 10.000 tienen permisos temporales de residencia y el resto está intentando regularizar su situación.

   "A medida que la compleja situación política y socioeconómica en su país sigue empeorando, los venezolanos llegan con mayores necesidades de comida, vivienda y atención sanitaria", ha indicado el portavoz de ACNUR, William Spindler, en una rueda de prensa celebrada este viernes en la sede de la ONU en Ginebra.

   La mayoría, unos 40.000, se concentra en el estado fronterizo de Roraima. "Los servicios públicos, como la atención sanitaria, tienen cada vez más presión", lo que ha requerido la puesta en marcha de un plan de contingencia en el que intervienen las autoridades brasileñas y ACNUR.

   Ambos han advertido sobre "el creciente riesgo al que se enfrentan los venezolanos que viven en las calles, incluidos la explotación sexual y la violencia". Hasta que no están debidamente documentados, no pueden trabajar ni tienen acceso a los servicios públicos.

   ACNUR ha puesto en marcha un registro biométrico para emitir tarjetas de identificación que les den derecho a recibir ayuda humanitaria. Entretanto, los militares brasileños están distribuyendo comida para garantizar que los venezolanos comen caliente tres veces al día. También ha habido campañas de vacunación.

   Spindler ha anunciado que en breve abrirán dos nuevos centros de acogida con capacidad para 500 personas cada uno. "Se ha dado prioridad a las familias con niños, a las mujeres embarazadas, a los ancianos y a otras personas con necesidades específicas", ha indicado.

   Al mismo tiempo, han comenzado a reubicar en otros puntos de Brasil a los venezolanos que quieran. Ya hay 600 recolocados y este mismo viernes se espera que salga un nuevo vuelo con más rumbo a las ciudades de Sao Paulo y Cuiabá. Según un sondeo encargado por ACNUR, el 77 por ciento de los venezolanos en Roraima está dispuesto a ir a otro lugar.

   ACNUR ha hecho una petición inicial a los donantes de 46 millones de dólares para responder a esta crisis en toda la región. La Administración de Michel Temer, por su parte, ha declarado el estado de emergencia en Roraima, liberando 58 millones de dólares para la respuesta humanitaria.

   "Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para conseguir un mayor apoyo a Brasil, que ha sido generoso en su respuesta y necesita más respaldo para aumentar su capacidad de recepción, prevenir la discriminación a los venezolanos y garantizar la convivencia pacífica", ha dicho Spindler.