Actualizado 04/05/2010 15:37

Brasil presionó para que Chile se llevara el supertelescopio

E-ELT
ESO

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El rotativo chileno 'El Mercurio' asegura que el presidente brasileño, Lula da Silva, presionó para que Chile se llevara la candidatura a albergar el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT, por sus siglas en inglés).

"No bastaba con que Chile tuviera el mejor cielo para la observación astronómica. El terremoto del sur casi hizo perder para siempre las opciones chilenas, lo que fue contrarrestado por una fuerte ofensiva diplomática. Las gestiones fueron a alto nivel: el propio presidente Piñera sostuvo reservadas reuniones con Lula da Silva para conseguir que el instrumento se quedara en la región y no en España, el otro candidato fuerte", señala la publicación chilena.

Así, explica que fue un problema de "proporciones" para el Gobierno y el círculo científico, especialmente después del sismo del 27 de febrero en Chile, tras el que la administración de Bachelet inició una "veloz" ofensiva diplomática" de cuatro días ante los 14 países integrantes del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), para demostrar que el telescopio no correría riesgos si finalmente era instalado en Chile.

"Era una lucha contra el tiempo, porque estaba estipulado que el 2 y 3 de marzo la cúpula de la ESO se reuniría en Alemania para tomar la decisión del emplazamiento del E-ELT", apunta el texto, a la vez que detalla que hasta la fecha, antes del terremoto, todos los estudios técnicos los ganaba Chile.

Sin embargo, puntualiza que, gracias al lobby realizado por los embajadores chilenos, se logró aplazar la fecha para determinar la decisión final. En este sentido, agrega que el 4 de marzo se produjo otro temblor de 6,4 grados en la escala Ritcher, "que ayudó a demostrar la inexistencia de daños en los otros telescopios emplazados en la zona".

De hecho, resalta que ésta fue la razón por la que el Gobierno le pidió a ESO hacer público que el observatorio de Paranal no había sufrido daño alguno, "como estrategia mediática que dejó sin pie la teoría española ante la ESO, que apuntaba a demostrar que Chile era un sitio inseguro".

En la misma línea, subraya que fuentes de la cancillería chilena aseguraron que tras la investidura de Piñera como residente del país, una nación "ajena a la ESO y menos europea", Brasil, entró en el juego. "El capítulo brasileño comienza a mediados de febrero, una semana antes de que Chile entregara su propuesta. La ESO invitó a Chile al ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Roberto Amaral, para que conociera los observatorios. El ministro brasileño estuvo una semana de forma exclusiva en esta misión, la cual pasó desapercibida para los medios de comunicación", añade.

Asimismo, comenta que, al enterarse de la visita, en la cancillería chilena propusieron integrarse a la comitiva para conocer el objetivo del viaje del alto funcionario brasileño, y ésta fue la forma en la que se enteraron de que la ESO "estaba interesada en ofrecer a Brasil ser país socio de la organización".

En este sentido, detalla que funcionarios allegados al proyecto astronómico indicaron que la supremacía técnica sobre España "no era del todo convincente", y que los 300 millones de euros que ofrecía el Gobierno español si el E-ELT se instalaba en la isla de La Palma, era el montante que faltaba para completar el proyecto.

LA FINANCIACIÓN

En marzo, agrega que la cancillería del nuevo gobierno tuvo conocimiento de que la financiación pesaba en la propuesta y ahí fue cuando el presidente Piñera inició gestiones con el Gobierno de Brasil para lograr compensar los 300 millones de euros que le faltan a la ESO para construir el telescopio.

En un encuentro el 9 de abril en Brasil entre ambos dirigentes, el presidente chileno le dijo a Lula que conocía la intención de Brasil de entrar a participar en la ESO y Da Silva manifestó que su país tenía planeado incorporarse a alguno de los proyectos del grupo y más sabiendo que los observatorios estaban tan cerca. Así, Lula se comprometió informalmente a enviar un comunicado a la junta directiva de la ESO en Alemania.

En esta línea, puntualiza que el gobierno brasileño lo hizo una semana después de la visita de Piñera y una antes de la elección del cerro Armazones como ubicación del telescopio, donde el Gobierno brasileiro le dijo a los 14 representantes europeos que a su nación le interesaba participar de la ESO, con la condición de instalar el E-ELT en "un país sudamericano", sin dirigirse directamente a Chile.