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BRASILIA, 1 May. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha confirmado que será la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 5 de octubre en el gigante suramericano, a pesar de los llamamientos para la vuelta de su antecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva.
Rousseff ha hecho esta aclaración, en una entrevista concedida a varias emisoras del estado de Bahia, a raíz de la creación del movimiento 'Volta Lula', que aboga por el regreso de Lula al Palacio de Planalto.
"Es una situación normal", ha considerado. "Me gustaría que, una vez presente mi candidatura, tenga el apoyo de mi propia base aliada, pero, si no lo hay, seguiremos adelante", ha dicho, de acuerdo con el diario brasileño 'Folha de Sao Paulo'.
Interrogada sobre la actitud de los políticos del Partido de la República (PR), que el pasado lunes dieron su apoyo expreso a una hipotética candidatura presidencial de Lula, ha insistido en que "no afectará" a su reelección.
"En un año electoral ocurren muchas cosas, concebibles y hasta inconcebibles, y siempre hay una explicación detrás de ellas", ha apuntado la líder izquierdista.
Tras el pronunciamiento del PR --uno de los aliados del Gobierno--, Rousseff ya subrayó que "no iba a cambiar la lealtad" mutua entre ella y Lula. "Nadie va a conseguir separarnos", indicó, en alusión al que fuera su padrino político.
Aunque Rousseff sigue siendo favorita para ganar las elecciones presidenciales, su apoyo está en descenso debido a las protestas contra el excesivo gasto público que supone la organización del Mundial de Fútbol de este año y de los Juegos Olímpicos de 2016 y por la ralentización del crecimiento económico.
Según el último sondeo sobre intención de voto, Rousseff ganaría las elecciones presidenciales con un 37 por ciento de los votos, lo que supone siete puntos menos que el pasado mes de febrero, cuando contaba con un 43,7 por ciento.
El candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Neves, obtendría un 21,6 por ciento y el del Partido Socialista de Brasil (PSB), Eduardo Campos, un 11,8 por ciento.