RÍO DE JANEIRO, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha indicado al Papa Francisco que ambos se enfrentan a un enemigo común, "la desigualdad en todas sus formas", y ha manifestado su preocupación por la crisis económica mundial. En este sentido, ha recordado a "los pobres y los jóvenes", a los que ha descrito como "las principales víctimas del desempleo".

Durante su discurso de este lunes en el Palacio de Guanabara, donde ha recibido al Pontífice en el marco de su viaje a Río de Janeiro para presidir los actos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Rousseff ha precisado que también comparten valores como "la justicia social y la solidaridad", así como la lucha por "los Derechos Humanos y la paz entre las naciones".

En este sentido, se ha referido al Papa Francisco como un líder religioso que busca la justicia social y ha agregado que confía en que, ante la crisis económica "que quita las oportunidades de millones en el mundo", este Papa, venido de la "hermana Argentina", pueda ayudar a combatir el hambre y la pobreza en el mundo.

Por otra parte, se ha referido al sentimiento que movió durante las últimas semanas a centenares de personas a salir a la calle y ha admitido que los jóvenes exigen "más derechos sociales, más educación, mejor sanidad, seguridad y respeto al medio ambiente" así como "respeto, ética y transparencia" y "que la política atienda los intereses de la población y no sea territorio de los privilegiados".

Rousseff ha sostenido que la celebración de la JMJ de Río es buena en estos momentos pues genera "alegría, fraternidad y coraje". Asimismo, ha argumentado que es una oportunidad para descubrir "nuevos valores" y para despertar "esperanzas de un nuevo mundo".

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