Actualizado 30/10/2010 13:10

Brasil.- Rousseff y Serra aparcan diferencias en su último y pragmático debate


BRASILIA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los candidatos a Presidencia de Brasil, Dilma Rousseff y José Serra, abandonaron en buena medida los ataques personales en el último debate antes de la segunda vuelta de las elecciones de mañana, en las que la candidata del Partido de los Trabajadores (PT) ostenta una cómoda ventaja de 10 puntos, y se centraron en examinar, cargados de propuestas, la realidad del país sudamericano.

En el careo de esta pasada noche, que se desarrolló siguiendo un formato de preguntas lanzadas desde el público, Serra abrió fuego calificando de "intolerables" los niveles de corrupción existentes en el país, citando como ejemplo el escándalo de sobornos de 2005 denunciado por el diputado Roberto Jefferson que afectó al Gobierno del presidente y cofundador del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula Da Silva. "Hemos visto escándalos inmensos y no se ha detenido a nadie. Florece la impunidad", denunció Serra.

En respuesta, Rousseff recordó el caso de la Mafia de las Ambulancias, investigado por las autoridades brasileñas, y en el que podría estar implicado su rival electoral. En este sentido, Rousseff indicó que "es importante para investigar y castigar, aunque duela". "En estos últimos años, la Policía Federal se ha profesionalizado y se ha fortalecido. Cada vez hay mas arrestos", agregó en sus comentarios, citados por el diario 'O Globo'.

Serra, del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), usó el debate para enfatizar su argumento de que el país debería estar mejor y que enfrenta crecientes barreras en su crecimiento, como una moneda cara, una alta carga impositiva y una infraestructura en decadencia.

Rousseff se limitó a defender los progresos económicos logrados con Lula, el enormemente popular ex jefe sindical quien la eligió como sucesora. "La economía está creciendo, 28 millones de brasileños salieron de la pobreza y yo sacaré a los restantes 20 de la pobreza", dijo en comentarios recogidos por Reuters.

La candidata oficialista a las presidenciales de Brasil, Dilma Rousseff, mantiene una diferencia de diez puntos con su principal contrincante, José Serra, al obtener un 50 por ciento del respaldo popular, según la última encuesta publicada sobre intención de voto.

El sondeo, a dos días de los comicios, ha sido realizado por la empresa Datafolha y aparece en la edición online del 'Folha de Sao Paulo'. La última encuesta de la empresa, publicada el martes, daba a la candidata del Partido de los Trabajadores un 49 por ciento, y al del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) un 38 por ciento. Por tanto, Serra recortaría un punto en el sondeo de este viernes.

Ayer jueves se conoció otra encuesta según la cual Rousseff, apadrinada por el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, obtendría el 57 por ciento de los sufragios, y Serra el 43 por ciento. Este resultado no tiene en cuenta los votos nulos y en blanco, ni tampoco los indecisos. En Brasil es obligatorio votar.

Datafolha ha entrevistado el jueves a 4.205 personas para el estudio, que tiene un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales. El cinco por ciento de los votantes tiene intención de emitir un voto en blanco o no votar, mientras que el cuatro por ciento aún no han tomado ninguna decisión.