Actualizado 08/08/2017 08:30

Suspendido el juicio sobre el desastre de Samarco en Brasil ante posibles pruebas ilegales

La escuela de Bento Rodrigues sepultada por el barro tras el colapso de la persa
REUTERS / RICARDO MORAES

BRASILIA, 8 Ago. (Reuters/EP) -

Un juez brasileño ha suspendido temporalmente el juicio contra 22 personas y cuatro empresas acusadas de haber matado a 19 personas en el marco del derrumbe de la presa de la mina Germano de Samarco, en el estado de Minas Gerais, ante indicios de que las pruebas presentadas han sido obtenidas de forma ilegal.

Las empresas Vale SA y BHP Billiton, dueñas de la mina de Samarco, se encuentran entre las acusadas del homicidio de casi una veintena de personas en el que ha sido considerado como uno de los peores desastres medioambientales de la historia de Brasil.

La presa de Samarco colapsó el 5 de noviembre, lo que provocó la muerte y desaparición de decenas de personas. El juez Jacques de Queiroz Ferreira, que ha visto indicios de irregularidades en algunas pruebas presentadas, como las conversaciones telefónicas entre varios ejecutivos de las empresas involucradas, ha señalado que algunos correos electrónicos y mensajes fueron recopilados fuera del plazo legal establecido para ello.

En octubre de 2016, el Ministerio Público de Brasil presentó cargos contra 26 empleados de la minera Samarco, 21 de ellos acusados de homicidio, por la muerte de 19 personas debido al derrumbe.

De Queiroz ha señalado que los argumentos de los abogados del expresidente de Samarco Ricardo Vescovi y del exdirector de operaciones e infraestructuras Kleber Luiz de Mendonça Terra han puesto de manifiesto que podría haberse dado una serie de irregularidades que podrían poner en tela de juicio todo el caso.

El magistrado ha aceptado la solicitud de la Fiscalía de que las compañías telefónicas revisen las llamadas y establezcan si estas se produjeron dentro del plazo legal establecido.

El accidente de noviembre provocó un 'tsunami' de barro que recorrió cientos de kilómetros de valles y ríos, atravesó pequeñas ciudades, contaminó el agua potable y destruyó vida silvestre desde Minas Gerais hasta el Océano Atlántico.

La mina de Samarco ha estado cerrada desde el accidente del 5 de noviembre y se prevé que no vuelva a abrir al menos hasta el próximo año.