SAO PAULO (BRASIL), 19 Jun. (EP/AP) -
Las autoridades brasileñas han sofocado al menos 11 motines en cárceles durante el fin de semana, que se saldaron con tres presos muertos y 20 heridos, entre guardias e internos, en un nuevo estallido de amotinamientos, después de la ola de violencia del pasado mes en las prisiones de Sao Paulo.
El presidente del sindicato de guardias penitenciarios del estado de Sao Paulo, Alcides da Silva, indicó que al menos uno de los motines había sido dirigido por el Primer Comando de la Capital (PCC), la misma organización criminal que inició la violencia callejera y los motines en prisiones de mayo, y que causó la muerte a casi 200 personas.
En los nuevos motines murieron tres reclusos, uno de ellos decapitado, en ajustes de cuentas por los presos que tomaron el control de los calabozos, informaron el domingo el servicio de información estatal y el diario 'Folha de Sao Paulo'.
Imágenes de televisión mostraron a internos que golpeaban a un guardia en una de las cárceles de Espíritu Santo, y luego lo colgaban con sogas improvisadas con sábanas desde el borde de un muro de unos 12 metros de altura.
Algunas informaciones señalaron que por al menos 20 guardias y presos resultaron heridos, aunque se desconoce su estado, después de que la Policía antimotines fuera emplazada en las prisiones en los estados de Sao Paulo y Espirito Santo, al norte de Río de Janeiro.
El Gobierno estatal de Sao Paulo informó en una declaración que todos los motines fueron sofocados y que 19 rehenes fueron liberados, pero no proporcionó más detalles.
Mientras, el Gobierno de Espiritu Santo informó de que la Policía federal especial fue convocada a prestar asistencia a fin de restablecer el orden dentro de los penales, pero no aportó detalles de si habían logrado su objetivo.