BRUSELAS, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea "toma nota" de las 'líneas rojas' publicadas este jueves por Londres de cara a la negociación sobre la relación futura, incluido el aviso de que el Gobierno de Boris Johnson dejará la negociación en junio si para entonces no se han producido avances de calado, pero considera "prematuro" hablar de éxito o fracaso cuando ni siquiera han comenzado las conversaciones formales.
"Tomamos nota del mandato publicado por Reino Unido y discutiremos sobre nuestras respectivas posiciones el lunes", ha reaccionado a través de las redes sociales el jefe negociador de la UE, el excomisario francés Michel Barnier, quien ha añadido que el bloque quiere una "relación ambiciosa y justa".
El negociador también ha señalado que la UE se "atendrá a todos sus compromisos previos" suscritos en la Declaración Política junto a Reino Unido, lo que implica, por ejemplo, un acuerdo sobre el acceso a productos pesqueros y a las aguas británicas en junio y la posibilidad de decidir en esa fecha dar más tiempo a la negociación global si el acuerdo no está cerca.
Preguntada por si la UE trabaja en planes de contingencia en caso de que los contactos fracasen y Johnson cumpla su amenaza de abandonar las conversaciones en junio, una portavoz del Ejecutivo comunitario ha advertido de que "sería prematuro hablar de resultados a días de comenzar la negociación".
La Unión Europea, que aspira a un acuerdo lo más ambicioso posible en materia comercial pero condicionado a garantías suficientes sobre el respeto de las reglas en materia de competencia y ayudas de Estado comunes, también ve junio como una fecha clave en el calendario para evaluar los resultados logrados hasta entonces, ha apuntado la portavoz comunitaria.
La primera ronda de negociaciones arrancará en Bruselas el próximo lunes, 2 de marzo, y está previsto que se alargue hasta el jueves, cuando Barnier comparecerá ante la prensa para dar cuenta de lo acordado en ese primer contacto.
A falta de conocer los detalles de la agenda de la negociación, el objetivo de la delegación europea era fijar rondas cada tres semanas aproximadamente, durante las que celebrar una decena de mesas sectoriales.
Los Veintisiete han avisado con insistencia de que apenas hay margen temporal para cerrar en meses un acuerdo con un país tercero que va más allá de lo comercial --por ejemplo la seguridad-- y que normalmente lleva años pactar.
Por ello aboga por contemplar una prórroga y, en todo caso, evaluar en junio si se ha avanzado lo suficiente o hay que reducir las prioridades y centrar los esfuerzos en acordar las cuestiones urgentes.
Las dos partes cuentan ya con sus mandatos de negociación, que sientan las bases de sus prioridades y límites, y tienen el reto de alcanzar un acuerdo a más tardar en octubre, de modo que el proceso de ratificación culmine a tiempo para su entrada en vigor el 31 de diciembre, cuando expirará el periodo de transición que Londres rechaza prorrogar.