SOFÍA, 14 Ago. (DPA/EP) -
El primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, ha indicado este viernes que solo presentará la dimisión que tanto le exigen los manifestantes de su país cuando el Parlamento designe una nueva Asamblea Constitucional con el poder suficiente como para imponer los cambios en el poder judicial que ansía su partido, Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB).
Borisov insiste así en una de las primeras concesiones que ofreció a los miles de manifestantes que llevan pidiendo desde el 9 de julio el fin de la actual coalición de gobierno, en el poder desde 2017, y cuando todavía quedan siete meses para las elecciones de marzo.
En un discurso televisado, Borisov ha dejado claro no obstante que no tomará decisión alguna sobre su futuro hasta que el Parlamento decida la composición de esta nueva asamblea.
Si bien la creación de este organismo es una de las principales demandas de los manifestantes, la oposición sospecha que Borisov tiene intención de usarlo para sus propios fines, a favor de los oligarca y de la mano derecha de Borisov en la Judicatura, el fiscal general Ivan Geshev.
Con todo, Borisov ha dejado caer que su mandato se aproxima a su fin. "Es hora de exhibir decisión y responsabilidad. Es hora de un nuevo comienzo", ha declarado.
Los manifestantes han escuchado impávidos este discurso, tras el que han anunciado su intención de seguir con las protestas, en las que también exigen la dimisión del director de la televisión nacional búlgara, la BNT, a la que acusan de diseminar propaganda.