Publicado 28/04/2023 11:33

Burkina Faso.- Una organización civil eleva a cerca de 150 las víctimas de una matanza en el norte de Burkina Faso

Archivo - Militares de Burkina Faso
Archivo - Militares de Burkina Faso - PETER SEIDLER / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Afirma que el ataque fue ejecutado por asaltantes con "uniformes militares burkineses" y pide una investigación "completa e imparcial"

MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

El balance de muertos de la masacre cometida la semana pasada en varias localidades situadas en la región Norte, en el norte de Burkina Faso, ha ascendido a cerca de 150, según ha denunciado el Colectivo contra la Impunidad y la Estigmatización de las Comunidades (CISC).

El organismo ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que ha podido confirmar "ejecuciones sumarias de civiles" durante la jornada del 20 de abril en las localidades de Karma, Dinguiri, Ramdolah, Kerga y Mén, todas ellas en la comuna de Barga.

"Estas masacres han sido atribuidas a hombres armados vinculados con las Fuerzas de Defensa y Seguridad", ha manifestado, después de que la Fiscalía anunciara la semana pasada que investigaría lo sucedido ante la sospecha de que hubiera uniformados implicados.

Asimismo, ha lamentado que "el balance provisional" sigue aumentando mientras continúan las operaciones de búsqueda en la zona. Hasta ahora se han documentado 136 muertos en Karma --entre ellos 21 menores, incluido bebés de menos de un mes--, a los que se suman seis asesinados en Dinguiri, dos en Mén y tres en la ruta que conecta Ouahigouya y Barga.

El CISC ha relatado que las declaraciones de cinco "fuentes directas" apuntan a que el asalto fue llevado a cabo el 20 de abril en torno a las 7.30 horas, cuando "hombres armados que vestían uniformes militares burkineses" llegó a Karma a bordo de motocicletas, camionetas y blindados.

"Agruparon a los civiles por decenas y por barrios, cuidando de asignar hombres armados a cada agrupación, con la consigna: "Matad a todos". Los atacantes hablaban varios idiomas, principalmente francés, mooré, dioula y lobiri", ha detallado la organización.

En este sentido, el CISC ha hecho hincapié que "a consecuencia de esta matanza, los habitantes de las aldeas de la comuna de Barga y las localidades vecinas han abandonado sus tierras para refugiarse en Ouahigouya".

"Las masacres tuvieron lugar después de un ataque terrorista perpetrado el 15 de abril que causó la muerte de seis soldados y al menos 34 'voluntarios' en una localidad a medio camino entre Ouahigouya y Barga. Declaraciones de los supervivientes indican que los asaltantes les acusaron de dar cobijo a miembros de grupos terroristas", ha recalcado.

De esta forma, ha hecho hincapié en que "esta masacre no es algo aislado" y ha argumentado que "parece que la impunidad abre la vía a todas las derivas posibles para poder arreglar cuentas con masacres a gran escala".

"Con este comportamiento, las Fuerzas de Defensa y Seguridad inspiran miedo y desconfianza en la población, allanando el camino a grupos terroristas que se presentan en determinadas localidades como sus defensores y protectores", ha alertado la organización en su comunicado.

Por ello, ha reclamado a la junta militar burkinesa que "revise de forma urgente la política de lucha contra el terrorismo, que lleva a una banalización de la vida humana", al tiempo que ha especificado que el presidente de transición, Ibrahim Traoré, debe "desmarcarse" de la misma y "mostrar una postura de hombre de Estado, defensor del derecho a la vida y que protege a todos sus conciudadanos".

El CISC ha aplaudido sin embargo a las fuerzas de seguridad "por luchar noche y día para garantizar la seguridad de los ciudadanos" y ha solicitado a la población que denuncie "estos crímenes, contrarios a los intereses de la nación". Por último, ha pedido una investigación "completa e imparcial" sobre estos "crímenes horribles".

El fiscal general de la región de Ouahigouya, Lamina Kaboré, aseguró la semana pasada estar "enterado de estos hechos" y dijo que "su gravedad está probada". "He dado las instrucciones necesarias (...) para iniciar todos los procesos a fin de esclarecer la situación", zanjó.

Las autoridades burkinesas decretaron recientemente una movilización general para hacer frente al aumento de ataques yihadistas, obra tanto de la filial de Al Qaeda como la de Estado Islámico. El repunte de la inseguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.