Publicado 26/12/2019 22:03

Burundi.- El presidente de Burundi apunta nuevamente a que no se presentará a la reelección en 2020

MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, ha vuelto a apuntar este jueves que no se presentará a la reelección en las elecciones que tendrán lugar en 2020 en el país, sumido en una crisis política desde los anteriores comicios.

En una rueda de prensa, el mandatario ha prometido que volverá a comparecer ante la prensa antes de que termine su mandato para dar "un buen ejemplo" a su sucesor, según ha informado la cadena de televisión pública, RTNB.

Así, ha manifestado que las próximas elecciones tendrán lugar "en toda tranquilidad" y ha destacado que "más del 95 por ciento" de la población del país le ha apoyado durante su mandato.

Por último, ha señalado que Burundi ha atravesado problemas debido a "la mala vecindad de Ruanda y la injerencia de países extranjeros", sin dar más detalles al respecto.

Nkurunziza afirmó en 2018 que no volvería a presentarse a la reelección tras la aprobación de una nueva Constitución que prolongaba los mandatos de cinco a siete años, si bien sus declaraciones fueron acogidas con escepticismo por parte de sus opositores.

Dado que se cambió la Constitución, el contador de mandatos para Nkurunziza, en el poder desde 2005, volvió a cero. Con ello, el actual presidente podría buscar su reelección en 2020 y de nuevo en 2027, por lo que no tendría que dejar el cargo hasta 2034.

Asimismo, podría regresar a la Presidencia en 2041, puesto que el nuevo texto solo impide gozar de más de dos mandatos sucesivos, pero no dice nada de que no sean consecutivos.

ACUSACIONES CONTRA NKURUNZIZA

Una comisión de investigación de Naciones Unidas afirmó en septiembre que el presidente burundés es personalmente responsable de graves violaciones de los Derechos Humanos en el país africano.

"Podemos confirmar que las violaciones graves de los Derechos Humanos han continuado desde mayo de 2018", dijo, antes de agregar que entre las mismas figuran "ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, arrestos y detenciones arbitrarias, actos de tortura y violencia sexual".

La misión detalló que "hay motivos razonables para creer que algunas de estas violaciones constituyen crímenes contra la Humanidad, tal y como son definidos por el Estatuto de Roma" y apuntó directamente a Nkurunziza.

La crisis en Burundi estalló en abril de 2015, cuando Nkurunziza anunció su intención de concurrir a las elecciones presidenciales de julio de ese año para aspirar a un tercer mandato, algo que, según la oposición, violaba el acuerdo de paz alcanzado en 2015 para poner fin a la guerra civil.

Tras un fallido golpe de Estado, el presidente logró revalidar su cargo en las urnas, desatando con ello una ola de violencia con epicentro en la capital, Buyumbura, que se cobró al menos 450 vidas, de acuerdo con organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.