NUEVA DELHI, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las de India indias han anunciado el restablecimiento de los servicios de telefonía de voz y los mensajes de texto SMS en la conflictiva parte de la región Cachemira bajo control indio. El servicio de internet en móviles seguirá suspendido en una medida polémica instaurada para intentar frenar las protestas contra las autoridades, igual que la suspensión de la autonomía de la región dictada el 5 de agosto de 2019.
El servicio de voz y SMS se suspendió en agosto de 2019 y se restablece ahora, pero solo para las líneas de prepago, informa la agencia de noticias india ANI.
Rohit Kansal, secretario principal de Jammu y Cachemira, nombre administrativo de la Cachemira india, ha anunciado en rueda de prensa que "tras una cuidadosa revisión, la autoridad competente ha ordenado hoy el restablecimiento de los servicios de voz y SMS n todas las tarjetas SIM de prepago de toda Jammy y Cachemira".
Kansal ha también permitirá el servicio de datos en modo 2G para las líneas de contrato para que puedan acceder a un listado de páginas web seleccionadas en diez distritos. En otros ocho seguirá suspendido.
Esta medida ha sido anunciada unos días después de que el Tribunal Supremo de India fallara que el acceso a internet es un derecho fundamental protegido por el Artículo 19 de la Constitución. "La libertad de expresión es una herramienta fundamental de un sistema democrático. La libertad de acceso a internet es un derecho fundamental según el Artículo 19", subrayó el tribunal.
Pakistán e India se disputan la región de la Cachemira histórica desde 1947 y se han enfrentado por ella en dos de las tres guerras que han mantenido desde su independencia de Reino Unido. En 1999 hubo un breve pero intenso enfrentamiento militar entre ambas potencias nucleares y desde 2003 se mantiene una frágil tregua.
En la zona operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán. Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los paquistaníes niegan toda implicación. Las estimaciones cifran en unos 45.000 los fallecidos debido a este conflicto desde finales de la década de 1980.