Publicado 05/05/2015 15:59

Calor oceánico provocó el desastre ecológico de 1934/36 en Estados Unidos

Tormenta de polvo en Texas
NOAA GEORGE E MARSH ALBUM

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

Dos puntos calientes en el océano fueron conductores potenciales de los veranos más calurosos registrados por en el centro de los Estados Unidos, concretamente en 1934 y 1936.

Una nueva investigación también puede ayudar a los meteorólogos a predecir veranos particularmente calientes en el futuro.

Los veranos inusualmente calurosos de 1934 y 1936 rompieron todos los récords de calor, que aún se mantienen en la actualidad. Formaron parte de una década devastadora en los EE.UU., cuando tormentas de polvo masivas afectaron a Nueva York, Boston y Atlanta y el limo cubrió las cubiertas de los barcos a 450 kilometros de la costa este.

La investigación realizada por Markus Donat, del Centro ARC de Excelencia para el Sistema Climático, y sus colegas ha revelado que temperaturas superficiales del mar inusualmente cálidas ocurrieron exactamente al mismo tiempo en dos lugares muy específicos, siendo probablemente responsables de provocar el récord de calor.

"En el Pacífico, hubo temperaturas oceánicas anormalmente cálidas a lo largo de la costa del golfo de Alaska que se extendieron hasta Los Ángeles", dijo Donat. "En el otro lado del país, en el Océano Atlántico, en un área relativamente pequeña de la costa de Maine y Nueva Escocia, la superficie del océano también era inusualmente cálida. Juntos redujeron las lluvias de primavera y crearon las condiciones perfectas para altas temperaturas abrasadoras en el corazón de los EE.UU.".

Como parte de su estudio, los investigadores compararon las condiciones climáticas a gran escala en 1934 y 1936 con las de la sequía cálida de 2011 y 2012 para ver si había alguna similitud con los años de las tormentas de polvo.

Encontraron que en 2011/2012, aunque había definitivamente temperaturas oceánicas cálidas de la costa de Nueva Escocia y Maine, lo mismo no puede decirse de la costa del Golfo de Alaska, donde las temperaturas del océano estuvieron por debajo de lo normal.

"Estados Unidos ha sido muy afortunado de que no ha visto una repetición de este coincidente calentamiento del océano en un nivel tal. Si este calentamiento del océano curriese exactamente de la misma forma, el cambio climático haría probable que los impactos de temperatura serían aún más devastadores y se batirían los récord de calor de hace 80 años".