Publicado 05/04/2021 18:45

Camerún.- HRW denuncia el aumento de los ataques indiscriminados de Boko Haram contra civiles en el norte de Camerún

Archivo - Militares del Ejército de Nigeria en el norte del país combatiendo a Boko Haram y Estado Islámico
Archivo - Militares del Ejército de Nigeria en el norte del país combatiendo a Boko Haram y Estado Islámico - FUERZAS ARMADAS DE NIGERIA - Archivo

MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes un aumento de la violencia perpetrada por el grupo terrorista Boko Haram desde el pasado mes de diciembre en el norte de Camerún, que ha dejado ya al menos unos ochenta muertos.

"Boko Haram está librando una guerra contra el pueblo de Camerún a un coste humano alarmante", ha alertado la responsable de África para HRW, Ilaria Allegrozzi, quien ha solicitado a las autoridades que adopten de manera "urgente" nuevas "estrategias" con las que detener las violaciones contra los Derechos Humanos que se están llevando a cabo con total impunidad en el norte del país.

HRW ha señalado que el número de víctimas mortales podría ser "mucho mayor" del que se tiene constancia, pues apenas se dispone de información de muchos de estos ataques. Hasta el momento, la ONG ha documentado un atentado suicida y los asesinatos de decenas de pescadores y sus familias.

A su vez, la organización ha puesto de relieve que no solo Boko Haram es responsable de este tipo de actos, sino también el Ejército de Camerún, que entre enero y febrero de este año habría cometido crímenes contra los Derechos Humanos, según las fuentes a las que ha tenido acceso la ONG.

VIOLACIONES COMETIDAS POR EL EJÉRCITO

Por su parte, el Ejército de Camerún no ha hecho declaraciones al respecto, después de que HRW compartiera con los altos mandos militares dicha información sobre las malas conductas de sus soldados.

"Es esencial para Camerún y la fuerza conjunta de la Unión Africana mejorar la conducta de las fuerzas desplegadas para contrarrestar los ataques de Boko Haram y garantizar que las denuncias de violaciones de Derechos Humanos cometidas por sus fuerzas sean investigadas y procesadas", ha insistido HRW.

Desde 2014, HRW y otras ONG han denunciado las "violaciones generalizadas" y los "crímenes de lesa humanidad" que habrían cometido las fuerzas de seguridad desplegadas en al región de Extremo Norte.

De acuerdo con la documentación que manejan las organizaciones de Derechos Humanos, las fuerzas estatales, así como la Fuerza de Tarea Conjunta Multinacional (MNJTF) de la Unión Africana --compuesta por tropas de Benín, Chad, Níger y Nigeria--, serían responsables de ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y torturas.

"Los socios internacionales de Camerún deben impulsar la rendición de cuentas por las violaciones de Derechos Humanos y trabajar para fortalecer el componente civil de la fuerza multinacional", ha demandado la ONG.

LA SITUACIÓN EMPEORA EN LOS ÚLTIMOS MESES

Pese a que las autoridades camerunesas señalaron que la situación está "bajo control" y que la presencia de Boko Haram en la región de Extremo-Norte está "viviendo sus últimos días", hace tres meses se registraba uno de los ataques más mortíferos del grupo terrorista.

Al menos catorce personas, la mitad niños, fueron asesinadas en Mozogo, cuando huían de un tiroteo iniciado por Boko Haram. Un terrorista suicida se inmoló con explosivos cuando la multitud corría a refugiarse de los disparos.

"Con el aumento de los ataques de Boko Haram en Camerún es necesario hacer más para proteger eficazmente a los civiles, incluso aumentando la presencia militar y las patrullas en la región del Extremo Norte y asegurando que los soldados respeten los derechos de las personas", ha explicado Allegrozzi.

"Los socios regionales e internacionales de Camerún, incluidos los que apoyan a la fuerza multinacional, deben reforzar estos esfuerzos y garantizar que su asistencia no contribuya a las violaciones de los Derechos Humanos", ha zanjado.

El terrorismo de Boko Haram comenzó en Nigeria en 2009, para luego extenderse por los países de la cuenca del lago Chad, incluido Camerún, que ha experimentado un fuerte aumento de los ataques, la mayoría de ellos indiscriminados, desde el año pasado.