MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los campos de refugiados rohingyas en Cox's Bazar, en Bangladesh, son uno de los lugares más densamente poblados del mundo por lo que aquí el distanciamiento social que se recomienda para frenar la propagación del coronavirus es "casi imposible", alerta World Vision.
Actualmente, más de 850.000 rohingyas que han huido de la represión en su Birmania natal se encuentran en estos campamentos en condiciones particularmente complicadas intentando prepararse ante la posibilidad de que se registren los primeros casos de COVID-19, ya que la enfermedad ya ha llegado a Bangladesh y se ha registrado incluso un caso en la provincia de Cox's Bazar.
"Como la mayoría de nosotros, los refugiados se quedan adentro para tratar de 'aplanar la curva', pero el campamento es posiblemente el lugar más difícil en la tierra para hacer eso en este momento", subraya la directora de respuesta de World Vision en Cox's Bazar, Rachel Wolff.
"El distanciamiento social es casi imposible para las familias en uno de los lugares más densamente poblados del mundo", añade, explicando que "algunos viven ocho personas en una sola habitación". Según la ONG, unas 40.000 personas por kilómetro cuadrado viven en refugios de plástico abarrotados, más de 40 veces la densidad media de Bangladesh, uno de los países más poblados del mundo.
Wolff destaca que "los padres rohingya están haciendo todo lo posible para proteger a sus hijos", enseñándoles cómo lavarse las manos y "pidiendo más información para estar mejor preparados". La ONG les está ayudando a preparase por si llega el virus "pero hay mucho más por hacer y hay poco tiempo", reconoce la responsable.
Así las cosas, World Vision y otras agencias humanitarias están prestando servicios esenciales que incluyen asistencia alimentaria, servicios de salud y nutrición, y agua y saneamiento a los campamentos durante el confinamiento nacional que comenzó el pasado 26 de marzo.
Según subraya la ONG en un comunicado, el Gobierno bangladeshí ha limitado las actividades de organizaciones de ayuda humanitaria a servicios esenciales de supervivencia, por lo que otros programas como los Espacios Seguros para Niños han sido cerrados.
PREOCUPACIÓN POR EL BIENESTAR DE LOS NIÑOS
"Nuestra prioridad es el bienestar de los niños refugiados y sus familias. Necesitan mantener sus niveles de salud y nutrición altos para tener la mejor oportunidad de combatir el virus ", subraya Wolff.
A World Vision le preocupa que la ya de por sí vulnerable situación de los niños refugiados rohingyas se vea agravada por la pandemia y que estos se enfrenten con más probabilidad a problemas como la violencia física y sexual, la explotación y el abuso, el matrimonio infantil, el trabajo infantil y la violencia de género.
"Es probable que aumente el número de menores separados y no acompañados ya que los cuidadores mayores corren un alto riesgo de mortalidad por el virus", apunta por su parte la directora global de operacines humanitarias de la ONG, Isabel Gomes.
"Es vital que el mundo proteja a estos niños de soportar la carga de COVID-19", añade, instando a "los líderes mundiales y gobiernos a unirse en una respuesta unificada" frente a la pandemia.