Publicado 16/09/2019 11:50

Los candidatos Kais Saied y Nabil Karui lucharían por la Presidencia de Túnez en la segunda vuelta, según un sondeo

Túnez.- Los candidatos Kais Saied y Nabil Karoui lucharían por la Presidencia en
Túnez.- Los candidatos Kais Saied y Nabil Karoui lucharían por la Presidencia en - Khaled Nasraoui/dpa

El primer ministro reconoce su derrota y pide unidad a la "familia democrática progresista"

MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los candidatos Kais Saied y Nabil Karoui habrían logrado acceder a la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Túnez, según los datos de un sondeo a pie de urna publicado tras el cierre de los colegios electorales en el país africano.

Según los mismos, Saied se habría hecho con el 18,95 por ciento de los respaldos, mientras que Karoui habría recabado el 15,26 por ciento de las papeletas. En tercer lugar quedaría el candidato del islamista Ennahda, Abdelfatá Mourou, con el 12,95 por ciento de los apoyos.

Sin embargo, Samir Dilu, jefe de la campaña de Mourou, ha puesto en duda los datos del sondeo, publicados por la cadena de televisión Attesia TV, y ha recordado que sólo la comisión electoral puede anunciar los resultados oficiales.

Saied, un profesor conservador, y Karoui, un magnate de los medios de comunicación que se encuentra actualmente detenido, han reclamado su victoria electoral.

Así, Saied ha descrito el sondeo como "una nueva revolución", en referencia al levantamiento popular que derrocó en 2011 al dictador Zine el Abidine ben Alí.

"Mi victoria conlleva una gran responsabilidad para convertir la frustración en esperanza (...). Es un nuevo paso en la historia tunecina (...). Es como una nueva revolución", ha afirmado en declaraciones a la emisora Mosaique FM.

En esta misma línea se ha expresado Karoui, a través de un mensaje leído por su esposa, quien resaltó que los resultados son un mensaje a la élite política del país. El magnate está detenido por supuesta evasión fiscal y blanqueo de dinero.

"Hoy los tunecinos se han hecho oír y han expresado su deseo de cambiar el sistema (...) Tenemos que respetar la voluntad del pueblo (...). Nabil Karoui estará en la segunda vuelta (...) Hemos ganado", ha apuntado Hatem Mliki, el portavoz de Karoui, en rueda de prensa.

CHAHED RECONOCE SU DERROTA

Por su parte, el primer ministro y uno de los principales candidatos a la Presidencia, Yusef Chahed, ha subrayado que los tunecinos "han enviado un mensaje a la familia democrática progresista" y ha lamentado que la misma haya estado "dispersa" en diversas candidaturas.

"Hemos advertido contra esta división y es por ello que pedimos a los partidos que integran esta familia que se unan para concurrir a las legislativas del 6 de octubre", ha agregado, según la emisora local Kapitalis.

La Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE) no ha anunciado por ahora resultados oficiales. Su presidente, Nabil Bafún, afirmó el domingo que la participación había sido del 45,02 por ciento.

ELECCIONES CRUCIALES

Los tunecinos acudieron a las urnas este domingo para elegir al sucesor de Beyi Caib Essebsi, fallecido en julio, en unos comicios que se consideran cruciales para la consolidación de la transición democrática en el país que vio nacer la 'Primavera Árabe' y en el que la inestabilidad social y el declive económico están haciendo mella.

La muerte de Essebsi, justo el Día de la Independencia, el 25 de julio, obligó a un adelanto electoral de los comicios que estaban previstos para noviembre, alterando el calendario electoral y pillando a contrapié a los partidos, que tenían su vista puesta primero en las elecciones parlamentarias de octubre.

Unos 7,2 millones de tunecinos están registrados para votar en esta ocasión, pero desde que se produjo la caída del régimen de Ben Alí en enero de 2011, la participación electoral ha ido en declive en medio de la desconfianza de los ciudadanos en el sistema político.

Túnez es considerada como la única historia de éxito democrático tras la ola de levantamientos de la 'Primavera Árabe', de ahí que estas elecciones sean vistas como una prueba de la capacidad de los candidatos para convencer a los tunecinos de que acudan a las urnas en lugar de salir a las calles a manifestarse.