Publicado 15/12/2020 19:26

Cerca de 2,3 millones de niños están aislados y sin acceso a ayuda humanitaria en Tigray (Etiopía), según UNICEF

La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore - Ariana Lindquist/United Nation P / DPA - Archivo

MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha afirmado este martes que más de dos millones de niños permanecen aislados en la región etíope de Tigray, escenario de un conflicto entre el Gobierno central y las autoridades regionales, y no han recibido aún ayuda humanitaria, a pesar del acuerdo para permitir la llegada de estos envíos.

La directora ejecutiva del organismo, Henrietta Fore, ha manifestado que "unos 2,3 millones de niños en Tigray permanecen aislados de la asistencia humanitaria, mientras continua la violencia desde principios de noviembre", según un comunicado publicado por UNICEF.

"Nos preocupa mucho que cuanto más se demore el acceso para llegar a ellos, peor será su situación, ya que los suministros de alimentos, incluido el alimento terapéutico para el tratamiento de la desnutrición infantil, los medicamentos, el agua, el combustible y otros elementos esenciales se agotan", ha agregado.

Así, ha manifestado que "proteger a estos niños, muchos de los cuales son refugiados y desplazados internos, y brindarles ayuda humanitaria debe ser una prioridad", al tiempo que ha mostrado la disposición de UNICEF a "ofrecer apoyo humanitario esencial, incluido el tratamiento para niños desnutridos, vacunas críticas, medicamentos de emergencia y suministros de agua y saneamiento".

"Ya hemos proporcionado algunos suministros a varios aliados en Tigray, pero esto no es suficiente. Necesitamos poder brindar apoyo a gran escala en la región y tener acceso total para determinar el nivel de las necesidades de los niños", ha destacado Fore.

Por ello, ha reclamado "un acceso humanitario urgente, sostenido en el tiempo, incondicional e imparcial para llegar a todas las familias que necesitan apoyo, dondequiera que se encuentren" y ha instado a las autoridades etíopes "a permitir la libre circulación de civiles que deseen buscar seguridad en otros lugares".

"Esto incluye a aquellos que solicitan cruzar la frontera para buscar protección internacional", ha dicho, al tiempo que ha incidido en que "la satisfacción de las necesidades críticas de los niños y las mujeres no debe demorarse más".

La ONU llegó a un acuerdo con el Gobierno etíope el pasado 2 de diciembre para el acceso de ayuda humanitaria a Tigray sin restricciones y de forma segura tras la culminación de la operación militar del Ejército contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el sábado la llegada del primer convoy internacional con medicamentos y socorros de urgencia a Mekelle, la capital de la región de Tigray.

El inicio de la ofensiva fue anunciado el 4 de noviembre por el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, tras un ataque ejecutado por el TPLF, que gobierna en Tigray, contra una importante base del Ejército en Mekelle.

La escalada bélica ha sido la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy, como primer oromo jefe de Gobierno. El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.

Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una 'caza de brujas' contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban.

La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza gobernante, y algunos más en su órbita, se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones en el Gobierno federal.

Así las cosas, el TPLF siguió adelante con el plan de celebrar elecciones en Tigray en septiembre pese a que la comisión electoral había decidido el aplazamiento de las generales al próximo año por la pandemia y a las presiones del Gobierno para que no siguiera adelante con sus planes. Posteriormente, anunció que no reconocía al Gobierno central.