Actualizado 16/08/2011 21:39

Chile.- Unos 40 estudiantes chilenos cumplen un mes en huelga de hambre para exigir a Piñera una reforma educativa


SANTIAGO, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de 40 estudiantes chilenos cumple este martes un mes de huelga de hambre con la amenaza de radicalizar aún más la protesta si el Gobierno de Sebastián Piñera no accede a emprender una reforma profunda en el sistema educativo.

El ayuno lo comenzaron alumnos de secundaria de la localidad de Buin --a las afueras de Santiago-- en apoyo a las demandas presentadas por las federaciones de estudiantes que desde hace casi tres meses mantienen paralizadas las actividades como medida de presión para que el Ejecutivo dé luz verde a una reforma sustancial en la educación.

Tres estudiantes han dejado de ingerir líquidos y se espera que en los próximos días el resto de los manifestantes haga lo mismo. Los alumnos aseguran que a pesar de estar sometidos a un estricto ayuno ni las autoridades de Buin ni representantes del Gobierno de Piñera se han pronunciado.

"Hemos esperado mucho tiempo y no podemos seguir esperando (...) No hemos visto un cambio del gobierno ni una respuesta razonable", aseguró una de las alumnas en huelga de hambre a través de un vídeo divulgado por los medios chilenos.

Padres de los manifestantes, así como profesores, han reiterado su preocupación por el estado de salud de los alumnos y por la decisión de dejar de ingerir líquidos. El ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, ha tenido que reconocer que "es una huelga en serio" y que la salud de los estudiantes podría comenzar a complicarse.

"En una huelga de hambre en serio, después de un mes las cosas se empiezan a poner peligrosas (...) Estos jóvenes están expuestos a cualquier complicación, sobre todo infecciosas", ha advertido en declaraciones citadas por el diario 'La Tercera'.

Los estudiantes y profesores han puesto en jaque al Gobierno de Piñera por una reforma que ponga fin al lucro de las universidades y colegios y garantice una educación gratuita para que todos los chilenos puedan estudiar y reducir así el alto grado de exclusión social que hay en esa nación sudamericana.

El Ejecutivo ha presentado hasta ahora dos propuestas que han sido rechazadas por las asociaciones en conflicto, que además se han negado a abrir un proceso de diálogo propuesto por el Parlamento para debatir sus exigencias.