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SANTIAGO, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El exdirector de la Central Nacional de Informaciones (CNI) de Chile Odlanier Mena ha aparecido muerto este sábado en su casa --disfrutaba de un permiso de fin de semana-- después de que el Gobierno anunciara el cierre de la prisión Cordillera, donde están recluidos algunos exmilitares de la dictadura en mejores condiciones que los presos comunes.
La Gendarmería ha informado de que el exgeneral, de 87 años, se encontraba de permiso de fin de semana y debía haber retornado a la cárcel el domingo por la noche. Según el diario 'La Tercera', las fuerzas de seguridad han apuntado a un posible suicidio como causa de la muerte.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció el jueves la clausura del Penal Cordillera, en Peñalolén, en el este de la región de Santiago, un lugar con ciertas comodidades donde permanecen recluidos 10 exmilitares del régimen militar de Augusto Pinochet por haber cometido graves violaciones a los Derechos Humanos.
El cierre de esta prisión ha sido adoptada un día después de que se volviera a surgir la polémica por los beneficios que reciben los reclusos que se encuentran allí, entre ellos el exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Manuel Contreras y el general de la Brigada del Ejército Miguel Krassnoff.
El centro penitenciario, situado en interior del comando de Telecomunicaciones del Ejército, fue creado mediante el decreto 956, el 22 de noviembre de 2004, bajo el Gobierno del expresidente Ricardo Lagos.
POLÉMICA DEL PENAL CORDILLERA
Algunos políticos han criticado la existencia de centros penitenciarios con mejores condiciones para algunos presos, como la propia Ministra de Trabajo y candidata de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Evelyn Matthei, que ha señalado que "se hacen asados en algunos penales, mientras en otros penales la gente no cabe".
"Una cárcel es una cárcel, debieran tener todos las mismas normas, todos los mismos estándares", ha indicado.
La candidata de la Nueva Mayoría y expresidenta, Michelle Bachelet, ha cuestionado el hecho de que se cuente con recintos distintos a las cárceles convencionales, ya que es algo que "no puede justificarse".
Anteriormente, el propio Ricardo Lagos había señalado que "debiera haber un solo sistema penitenciario en Chile" y que "no tendría que haber diferencias", aunque fue durante su Gobierno cuando se produjo la habilitación de este tipo de centros.