SANTIAGO, 9 Ene. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
La Comisión Nacional de Distorsiones del Banco del Central de Chile resolvió este martes elevar a un 33 por ciento el gravamen impositivo a las importaciones de harina de trigo procedentes de Argentina. Esta cifra representa el máximo posible para el impuesto a las importaciones de insumos.
La resolución se basa en que el Gobierno chileno consideró que existe una distorsión entre el precio interno para el trigo que se ha establecido en Argentina y la harina de trigo, lo que va en directo perjuicio de los productores chilenos.
Esta medida, que rige hasta el 11 de abril y que podría prorrogarse, corrigió el 16,2 por ciento de gravamen que se había decidido en diciembre recién pasado.
El ministro de Agricultura chileno, Álvaro Rojas, dijo que la medida es una "corrección justa, una defensa comercial que equilibra las condiciones entre producción nacional y extranjera".
Explicó que el nuevo impuesto que afecta a la harina de trigo argentina "es una defensa comercial, nosotros no estamos poniéndole trabas al comercio. Si fuera necesario poner un 80 por ciento de tasa para superar la desigualdad, estaríamos dispuestos a hacerlo".
"Cuando otros países producen distorsión en los precios frente a diferentes prácticas, nuestro rol es poder garantizar precios internacionales a nuestros productores. Vimos caer en 80 mil hectáreas la producción triguera del año pasado, este producto está en manos de pequeños y medianos agricultores, por tanto, nosotros tenemos que velar por la sanidad del sector", añadió el ministro de Agricultura chileno.