Evo Morales
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LA PAZ, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha considerado que los planes de Chile de denunciar el Pacto de Bogotá, por el cual reconoce la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), es una "confesión anticipada" ante la nueva demanda.

   "Es como confesión anticipada de que van a perder ante nuestra demanda", ha dicho Morales en una rueda de prensa celebrada este lunes en el Palacio Quemado en alusión a la acción que Bolivia pretende emprender en la CIJ contra Chile por el "uso abusivo" de las aguas del río Silala.

   "Algunos mantienen el eslogan de por razón o fuerza, pero en estos tiempos no estamos sino por la fuerza de la razón. Lo lamento mucho", ha subrayado, en declaraciones recogidas por la Agencia Boliviana de Información (ABI).

   Morales ha advertido en contra de retirarse de la CIJ, esgrimiendo que eso "aislará" al país suramericano del Derecho Internacional y "hará mucho daño al pueblo chileno". "Debemos ser países vecinos y hermanos (...) y tenemos la obligación de resolver mediante el diálogo", ha dicho.

   El líder indígena ha respondido así al ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, quien en una entrevista publicada este lunes en 'La Tercera' ha sugerido que La Moneda podría denunciar el Pacto de Bogotá.

   "La intensificación del debate en Chile sobre si permanecer o no en el Pacto de Bogotá probablemente incidió en que Bolivia anunciara la nueva demanda ahora", ha considerado, al tiempo que ha indicado que se decidirá "lo que sea beneficioso para defender los intereses nacionales".

NUEVO FRENTE

   El presidente boliviano amenazó el pasado miércoles a Chile con emprender acciones legales por lo que ha considerado un "uso abusivo y arbitrario" de las aguas del Silala sin que Santiago compense "ni un centavo" a La Paz.

   El Silala es un río que nace en Bolivia y recorre Chile hasta verter al océano Pacífico, a cuya cuenca hidrográfica pertenece. La Paz denuncia que su vecino ha desviado las aguas a través de una conducción artificial, mientras que Santiago sostiene que es un cauce natural.

   "Siendo Chile y Bolivia países ribereños, el río Silala es un recurso compartido, donde ambas naciones tienen derecho a usar sus aguas de manera razonable y equitativa, según lo establece el Derecho Internacional", esgrime La Moneda.