SANTIAGO, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un niño de 14 años ha muerto este miércoles en una residencia integrada en los centros del Servicio Nacional de Menores (Sename), apenas unos meses después de que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se viera obligada a anunciar una inyección de 2.500 millones de pesos (unos 3,65 millones de dólares) a la red de centros estatales de protección de menores.
Según información del parte policial al que ha tenido acceso el diario 'La Tercera', una testigo habría escuchado ruidos, por lo que entró en una de las habitaciones de la Fundación de Beneficencia Aldea de Niños Cardenal Raúl Silva Henríquez para ver qué ocurría, encontrándose a un menor convulsionando.
Los sanitarios trataron de reanimar al menor, que se encontraba en el centro desde 2008, si bien sólo pudo declararse su muerte. Según la autopsia, practicada por el servicio médico legal de Valparaíso, el menor habría muerto a causa de un neumotórax masivo bilateral.
El doctor Gabriela Zamora, director del servicio regional, ha asegurado que no hay pruebas que señalen que "hubo intervención de terceros". Una de las empleadas de la fundación ha asegurado que el niño tenía una patología cardiaca y que se había hecho su última revisión médica el pasado 18 de enero.
"Teníamos muchos cuidados en la aldea, un protocolo especial con el niño si se caía porque esa enfermedad podía generarle hemorragias", ha explicado.
A la luz las cifras de niños muertos bajo protección estatal --un total de 243 en 11 años--, Bachelet anunció que se destinarían de los Presupuestos del Estado unos 16.500 millones de pesos (23,8 millones de dólares) al organismo, con el objetivo de mejorar la protección para los más necesitados del país.