SANTIAGO, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
El mandatario chileno, Sebastián Piñera, ha asegurado este lunes que su decisión de no realizar un indulto generalizado y de excluir de la lista de posibles beneficiados a los acusados por delitos de lesa humanidad --como los ex represores de la dictadura militar-- ha sido "lo mejor" para ese país.
Piñera dijo sentirse "muy tranquilo" porque ante situaciones de esa envergadura "no hay que dar ninguna señal de debilidad", así como tampoco cuando se trata de "la defensa de los Derechos Humanos, en todo tiempo y lugar, para toda persona y en cualquier circunstancia".
Tras analizar la propuesta entregada la semana pasada por las iglesias Católica y Evangélica, el mandatario chileno optó por descartar un eventual indulto general y excluir a los imputados por crímenes contra la humanidad, entre los que figuran los ex represores de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
"Tomé una decisión difícil, pero estoy absolutamente convencido que era la mejor decisión para Chile", afirmó Piñera en declaraciones a la prensa desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, al referirse a la polémica sobre los indultos que deberán anunciarse por el Bicentenario de la Independencia.
"Creo que logramos compatibilizar el espíritu de la petición de las iglesias Católica y Evangélica, que era de clemencia, reencuentro y reconciliación, pero también un presidente tiene que velar por la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico", insistió.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, había descartado que su petición busque la impunidad, sino más bien la "justicia con clemencia".
"La consigna 'Ni perdón ni olvido' no es compatible con un pueblo de hondas raíces cristianas. Olvido no puede haber. Pero si queremos una sociedad reconciliada, tendremos que poner sus bases en la verdad y la justicia, pero también en el perdón", explicó Errázuriz en una entrevista al diario chileno 'El Mercurio'.