SANTIAGO, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, elogió este martes la labor desempeñada por el cuerpo de los Carabineros durante el Día del Joven Combatiente que, a diferencia de otros años, en esta ocasión de saldó con un total de 97 detenidos sin que hubiera heridos ni víctimas mortales.
"Quiero felicitar y respaldar públicamente al cuerpo de Carabineros, que cumplió una tarea ejemplar, ya que no solamente garantizó y mantuvo el orden público, sino que además logró actuar de forma preventiva requisando o incautando muchas bombas, muchas armas, antes que éstas pudieran ser siquiera utilizadas", dijo Piñera durante el acto de presentación del proyecto 'Mapocho urbano limpio'.
El mandatario celebró que este 29 de marzo no se haya convertido en una jornada trágica pese a ser símbolo de "violencia, muerte y destrucción" y que, por primera vez en muchos años, los ciudadanos hayan podido continuar con su rutina y que los comercios no sufrieran ningún ataque.
Por su parte, el ex subsecretario de Interior, Felipe Harboe, atribuyó la minoración de los tradicionales enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes al clima que vive el país desde que el pasado 27 de febrero un terremoto azotara las regiones del centro y del sur de Chile.
"Tenemos un ambiente distinto. Hoy la gente no justifica en absoluto la violencia y espero que esto se mantenga además para el 1 de mayo y el 11 de septiembre", dijo el actual diputado por Santiago.
Asimismo, Harboe alabó el trabajo de los cerca de 2.000 efectivos desplegados para evitar posibles disturbios aunque se apresuró a matizar que la planificación fue "prácticamente la misma" según pudo conocer en conversaciones con los Carabineros.
CELEBRACIÓN
El Día del Joven Combatiente conmemora el asesinato de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo el 29 de marzo de 1985 a manos de las fuerzas policiales durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet (1973-1990). Aunque no se trata de una efeméride oficial tradicionalmente ha sido un día de fuertes protestas entre grupos de distintas ideologías.
Los disturbios se han incrementado durante los últimos cinco años, llegando a paralizar diferentes servicios públicos en Santiago de Chile, entre ellos el transporte público urbano, o el suministro eléctrico y destrozando propiedades pública y privadas.
En julio de 2009 la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a 15 años de cárcel al ex carabinero Jorge Marín Jiménez, autor de este doble crimen, junto a los suboficiales Alejandro Hinojosa y Francisco Toledo, que fueron condenados a 10 años cada uno.