Actualizado 18/07/2011 23:22

Chile.- Piñera realiza el segundo gran cambio en su gabinete en apenas año y medio de gobierno


SANTIAGO, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente chileno, Sebastián Piñera, ha realizado este lunes el segundo gran cambio en su gabinete en menos de año y medio de gobierno, cediendo a las presiones de la oposición y cuando su popularidad se encuentran en los niveles más bajos desde que asumió el poder.

Piñera cambió a ocho de sus ministros, pero dejó a sus más importantes colaboradores. La novedad es la integración de dos importantes figuras vinculadas a la Unión Demócrata Independiente (UDI), un partido de la coalición de derecha.

Uno de los relevos más esperados ha sido el de Joaquín Lavín de Educación, quien ejercía como ministro de Educación y cuya gestión de la crisis desatada por las protestas de estudiantes universitarios ha sido fuertemente criticada por sus detractores. Ahora será titular del despacho de Planificación Social en reemplazo de Felipe Kast.

Lavín será sustituido por Felipe Bulnes, hasta ahora ministro de Justicia, mientras que ese despacho quedará en manos de Teodoro Ribera Neumann.

Al contrario de lo que muchos opositores habían vaticinado, Piñera ha decidido mantener como ministro del Interior a Rodrigo Hinzpeter, uno de sus más fieles colaboradores y considerado una de las personas más cercanas al jefe de Estado chileno.

El hasta ahora senador del UDI Pablo Longueira pasó a ser ministro de Economía, mientras que su compañero de partido Andrés Chadwick ha sido designado como titular de la Secretaría General de Gobierno, es decir, el portavoz del gobierno en sustitución de Ena Von Baer. Estas dos vacantes en el Senado serán suplidas por sus respectivos suplentes.

Otro movimiento de gran importancia ha sido el relevo de Laurence Golborne como ministro de Energía y Minería, quien ahora encabezará la cartera de Obras Públicas, en reemplazo de Hernán de Solminihac, quien pasará al despacho de Minería.

Piñera, quien asumió el poder en marzo de 2010, goza ahora de una popularidad de 30 por ciento, la más baja que ha tenido un presidente de Chile desde la llegada de la democracia a esa nación sudamericana hace más de dos décadas.