SANTIAGO, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ex chófer del ex presidente democristiano Eduardo Frei Montalva, imputado como autor de su asesinato en 1982, podría salir esta misma tarde de prisión una vez haya abonado la fianza de 500.000 pesos (unos 700 euros) que le impuso la Corte de Apelación de Santiago.
La Octava Sala de la Corte de Apelación de Santiago rechazó este martes, por dos votos a favor y un en contra, mantener en prisión preventiva al ex chófer de Frei, Luis Becerra. Después de que la Corte le concedió la libertad bajo fianza de 500.000 pesos, Becerra podría salir esta misma tarde de la cárcel, informó el diario 'La Nación'.
La Defensa de Becerra recurrió la decisión del magistrado Mario Rojas de mantener en prisión preventiva a Becerro por constituir "un peligro" para la sociedad. Este magistrado sustituye en la investigación del asesinato de Frei al juez Alejandro Madrid, apartado temporalmente del caso tras ser recusado por la Defensa de uno de los seis imputados por el asesinato del ex mandatario.
Silva Garín ha sido acusado de ser autor del envenenamiento del ex presidente, mientras que Valdivia fue señalado como cómplice por haber participado en la intervención quirúrgica que acabó con la vida de Frei Montalva, padre del actual candidato a la Presidencia por la coalición de izquierda, Eduardo Frei Ruíz-Tagle.
La Sala Octava de la Corte de Apelación de Santiago ya aceptó el pasado 7 de enero dejar en libertad bajo fianza de 500.000 pesos a los médicos Patricio Silva Garín y Pedro Valdivia, investigados como autor y cómplice del homicidio.
El magistrado del caso Alejandro Madrid, inhabilitado temporalmente del mismo, dictó el pasado 7 de diciembre prisión para el ex agente de la Central Nacional de Inteligencia, Raúl Lillo, el ex chofer de Frei, Luis Becerra y el médico Patricio Silva Garín como autores del homicidio, para el médico Pedro Valdivia como presunto cómplice del asesinato y para los patólogos Sergio González y Helmar Rosenberg como encubridores del mismo.
El ex presidente Frei pereció en 1982 en la Clínica Santa María después de ser operado de una hernia de hiato un año antes y tras haber contraído una infección severa. Su familia siempre sostuvo que su rápido deterioro se debió a un agente externo que le fue suministrado y por la ineficacia de los antibióticos de última generación que le administraron.
La hipótesis de la muerte por envenenamiento volvió a cobrar relevancia después de que el cirujano que dirigió la primera operación a la que fue sometida el mandatario, Augusto Larraín, aseguró en agosto de 2006 que su muerte pudo deberse a un "agente químico externo", teoría que descartó previamente.
Por su parte, las investigadoras académicas del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile Carmen Cerda y Laura Börgel concluyeron en sendos informes que en el cuerpo del ex presidente se encontró más restos de gas mostaza, arma química empleada en la guerra entre Irán e Irak entre 1980 y 1988, y de talio, veneno que incorporan los raticidas. Ambos agentes provocan seriso daños del sistema digestivo, entre otros graves efectos en el organismo.