MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
China ha condenado "enérgicamente" y se ha opuesto "firmemente" a la decisión de Reino Unido de suspender el tratado de extradición en vigor con Hong Kong en respuesta la imposición de la polémica Ley de Seguridad Nacional de Pekín para la antigua colonia británica.
En un comunicado emitido por la Embajada de China en Reino Unido, China ha insistido en que el país europeo "repetidamente ha hecho comentarios erróneos sobre la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong" con el objetivo de "interferir" en los "asuntos internos" de ambos territorios.
"Ahora, Reino Unido ha ido aún más lejos por el camino equivocado sin tener en cuenta la posición solemne de China y sus reiteradas representaciones", según el texto.
A juicio de China, Londres "una vez más, ha infringido el Derecho Internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales e ha interferido descaradamente en los asuntos internos de China en un intento de interrumpir la implementación" de la nueva normativa.
En este sentido, la legación, que ha vuelto a defender la Ley de Seguridad Nacional, ha hecho hincapié en que el Gobierno chino sigue decidido a implantarla en Hong Kong para "salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y para oponerse a la interferencia externa" en la antigua colonia británica.
"China insta a la parte de Reino Unido a que deje de interferir de inmediato en los asuntos de Hong Kong, que son asuntos internos de China, de cualquier forma. Reino Unido se enfrentará a consecuencias si insiste en ir por el camino equivocado", ha avisado.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, ha explicado la decisión de suspender el tratado de extradición en vigor con Hong Kong "necesaria y proporcional" en una comparecencia en el Parlamento.
La suspensión del tratado "inmediata e indefinida" implica además que las autoridades británicas ya no podrán solicitar la entrega de criminales a Hong Kong fuera de las vías diplomáticas convencionales.
Reino Unido se suma así a Canadá y Australia, que han suspendido ya los tratados de extradición con Hong Kong. Además, ha ofrecido a tres millones de hongkoneses obtener la ciudadanía británica como salida ante la imposición de esta legislación, una iniciativa que sin embargo por el momento no se ha concretado.