MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Hong Kong ha arrestado este viernes a un joven de 19 años que presuntamente ha abierto fuego contra los agentes que le interceptaban en el marco de las protestas que se registran en la ciudad desde junio.
En el lugar de los hechos, el distrito de Tai Po, la Policía ha hallado una pistola y se han incautado de un rifle semiautomático AR-15 y más de 200 cartuchos de munición en un piso cercano, según ha recogido el portal de noticias 'Hong Kong Free Press'. Junto al joven, también ha sido interceptada una mujer, pero ha logrado escapar.
El superintendente principal de la Policía contra el Crimen Organizado de Hong Kong, Steve Li, ha indicado que se creía que el sospechoso estaba relacionado con otros casos recientes de posesión ilícita de armas de fuego, ya que las encontradas coinciden con otras de la misma marca incautadas en North Point a principios de este mes.
"El descubrimiento de las armas de fuego y municiones coincide con nuestra creencia de que algunas personas planean usar armas de fuego para herir a las personas, incluidos los agentes de Policía, en las asambleas públicas", ha detallado Li.
Además, Li ha precisado que el joven ya fue arrestado en diciembre del año pasado por posesión ilegal de un arma de fuego y puesto bajo custodia posteriormente antes de ser liberado bajo fianza en febrero.
Posteriormente, han estallado enfrentamientos en la zona motivados por la fuerte presencia policial. En este contexto, la Policía Antidisturbios ha disparado gases lacrimógenos y gas pimienta en varias ocasiones.
El jefe de la Policía de Hong Kong, Chris Tang, se ha presentado en el lugar de los hechos brevemente, cuando las tensiones han aumentado entre la Policía Antidisturbios y los transeúntes.
Las protestas antigubernamentales se han ido desarrollando en el centro financiero de la ciudad durante más de seis meses, a medida que crece el enfado de los hongkoneses por lo que consideran que es una intromisión china en las libertades que se prometieron a la excolonia británica cuando volvió estar bajo el dominio chino en 1997.
Pekín ha culpado de las protestas a las "fuerzas extranjeras" y ha afirmado que los intentos de interferir en la gobernabilidad china de la ciudad están condenados a fracasar.