Actualizado 15/12/2015 10:40

¿Por qué los astrónomos de Chile temen los cielos brillantes?

Telescopio ALMA
DIDIER SCHREINER/ALMA FACEBOK

CERRO LAS CAMPANAS (CHILE), 14 Dic. (Reuteres/Notimérica) -  

   Algunos de los principales astrónomos del mundo construyeron en noviembre un moderno telescópico de 1.000 millones de dólares en una montaña del norte de Chile.

   Sin embargo, en la superficie del desierto de Atacama, que se encuentra a unos 1.700 metros por debajo del recién construido Telescopio Gigante Magallanes, el nuevo alumbrado público que bordea la carretera norte-sur de Chile ilumina el paisaje.

   La Vía Láctea todavía se distingue con claridad, pero para un poderoso telescopio de última generación que pretende mostrar los alcances más profundos del universo, la nueva luz terrestre impide que se aprecie bien el cielo.

   "Es como poner una plataforma petrolera en medio de la Gran Barrera de Coral", dijo Guillermo Blanc, profesor de astronomía de la Universidad de Chile. "Es una locura ¿Por qué están tratando de iluminar los Andes?", agregó.

   En los últimos 30 años, Chile se ha transformado en el centro global de la observación espacial. Más de una decena de grandes telescopios de investigación ya se han construido, y en el 2020 el país podría tener alrededor del 70 por ciento de la infraestructura astronómica del mundo.

   Esto se debe a que la baja humedad y el la suave brisa del desierto de Atacama crean una visibilidad fundamental para los telescopios de alta tecnología, que los científicos esperan que ayuden en la investigación de la formación del universo y la posibilidad de vida extraterrestre.

   Sin embargo, la contaminación lumínica ha aumentado considerablemente en la zona por el crecimiento de ciudades mineras y turísticas. "Hay una preocupación constante de que la astronomía terrestre está en riesgo a largo plazo. Simplemente ya no hay muchos sitios prístinos", dijo Patrick McCarthy, presidente del Telescopio Gigante Magallanes, que se construye en el Observatorio Las Campanas en el sur de Atacama.

DESCUBRIMIENTO EN PELIGRO.

   Hay pocos registros oficiales de la contaminación lumínica en Chile y medirla cuantitativamente a través del tiempo es difícil. Sin embargo, los astrónomos dicen que el resplandor artificial ha crecido constantemente en los últimos años por la construcción de discotecas, estadios deportivos que arrojan luz artificial brillante al cielo nocturno.

   Aunque la mayoría de los pueblos cercanos han sido receptivos sobre la problemática, dicen los astrónomos, algunos grupos de presión empresariales se quejan de los impactos potenciales en la industria, mientras que las autoridades locales han expresado su preocupación sobre la seguridad de las calles más oscuras.

   Sin embargo, si no se toman medidas, la contaminación lumínica podría degradar materialmente los cielos de la región en tan sólo una década, según han estimado los científicos. Estos han pedido a Naciones Unidas que declare la región como Patrimonio de la Humanidad, una medida que esperan ayude a mantener los cielos limpios.