MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo Constitucional de Costa de Marfil, la más alta instancia judicial del país, ha confirmado este lunes la victoria del presidente, Alassane Ouattara, en las últimas elecciones, con lo que obtiene un polémico tercer mandato en medio del boicot opositor a la votación.
El organismo ha señalado que Ouattara se ha hecho con el 94,27 por ciento de las papeletas, mientras que los destacados opositores Henri Konan Bédié y Pascal Affi N'Guessan han recabado el 1,66 por ciento y el 0,99 por ciento, respectivamente.
Por su parte, el último candidato, Bertin Kouadio Konan, quien se negó a respaldar los llamamientos al "boicot activo" y la desobediencia civil por parte de Konan Bédié y Affi N'Guessan, recibió el 1,99 por ciento de los apoyos.
El Consejo Constitucional ha manifestado además que el 1,66 por ciento de los votos fueron nulos y que el 1,09 fueron votos en blanco, al tiempo que ha cifrado la participación en el 53.9 por ciento, tal y como ha recogido el diario marfileño 'Fraternité Matin'.
"Ha sido una votación justa", ha destacado el presidente del organismo, Mamadou Koné, según la agencia de noticias Bloomberg. El Consejo Constitucional ya aprobó el 14 de septiembre la candidatura de Ouattara, a pesar de que buscaba un tercer mandato prohibido por la Carta Magna, argumentando que las enmiendas de 2016 pusieron su contador a cero.
La ratificación de la victoria de Ouattara ha tenido lugar tres días después de la Fiscalía marfileña acusara a varios líderes opositores de terrorismo y asesinato a raíz de la campaña de desobediencia civil convocada antes de las elecciones del 31 de octubre y del anuncio de formación de un Consejo de Transición Nacional tras rechazar la victoria del presidente.
El fiscal general marfileño, Richard Christophe Adou, indicó el viernes que entre los acusados figura el ex primer ministro Affi N'Guessan, portavoz opositor y responsable del anuncio de la creación del Consejo de Transición Nacional, encabezado por el expresidente Konan Bédié.
Affi N'Guessan, quien es además presidente del Frente Popular Marfileño (FPI) del expresidente Laurent Gbagbo, fue detenido a última hora de ese mismo día. La Fiscalía también emitió una orden de arresto contra Abdallah Albert Mabri Toikeusse, líder de la Unión por la Democracia y la Paz en Costa de Marfil (UDPCI) y también miembro del citado organismo de transición.
Sin embargo, el fiscal general marfileño recalcó que Konan Bédié "ni está detenido ni en arresto domiciliario", a pesar de que el expresidente ha denunciado que el dispositivo de seguridad en torno a su vivienda le impide salir de la misma, y argumentó que "antes de detener a alguien hay que tener garantías de que esta persona, por su edad y condición física, puede soportar la detención".
RECHAZO OPOSITOR
La oposición considera que las elecciones han sido ilegales y anunció el 2 de noviembre la creación de un Consejo Nacional de Transición. Affi N'Guessan explicó que este organismo tendría entre sus funciones "preparar unas elecciones presidenciales justas y transparentes" y "poner en marcha en las próximas horas un Gobierno de transición".
Por su parte, Naciones Unidas, la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) han reclamado a los principales candidatos opositores que retiren su anuncio y que den prioridad "a la vía del diálogo" para resolver la crisis.
Las tensiones en el país, al alza por la candidatura de Ouattara y la eliminación de los nombres de Gbagbo y el ex primer ministro y antiguo presidente del Parlamento Guillaume Soro de los aspirantes a la Presidencia, han dejado alrededor de 30 muertos hasta el momento.
Soro, quien se encuentra exiliado en el extranjero, hizo el jueves un llamamiento al Ejército a "actuar" frente a la "dictadura" de Ouattara "ante la violación flagrante de la Constitución, la sangre de los compatriotas que es vertida cada día y el perjurio deshonroso del que es culpable el expresidente".
Muchos marfileños temen que otra polémica electoral pueda conducir a una nueva oleada de violencia como la que sacudió el país entre 2010 y 2011, cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria de Ouattara, que remachó una década turbulenta en la que Costa de Marfil tiró por tierra años de avance próspero y estable.