MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas ha hecho este lunes un llamamiento a favor de "preservar la unidad y la paz" en Costa de Marfil de cara a las presidenciales del 31 de octubre, en medio del incremento de las tensiones por la candidatura del presidente, Alassane Ouattara, a un tercer mandato y la eliminación de las listas de varios importantes opositores, entre ellos el exmandatario Laurent Gbagbo.
El representante especial de la Secretaría General de la ONU para África Occidental y Sahel, Mohamed ibn Chambas, ha pedido a los marfileños que actúen "en sinergia y concertación" para evitar la violencia durante los comicios, tras una visita de siete días al país africano unas semanas antes de que la población acuda a las urnas.
Ibn Chambas ha incidido en un comunicado publicado tras la visita que la ONU apoya unas presidenciales "pacíficas, inclusivas, transparentes y creíbles", en línea con las declaraciones formuladas en agosto por el secretario general del organismo internacional, António Guterres, tras la represión de las protestas contra la intención de Ouattara de buscar un tercer mandato.
En este sentido, el representante especial ha pedido a los actores políticos que mantengan un compromiso por unas elecciones pacíficas e inclusivas en la que se respeten los Derechos Humanos, así como a "rechazar el uso del discurso de odio, la violencia y toda forma de sectarismo".
Ibn Chambas ha reclamado a los políticos "comprometerse con un proceso electoral tranquilo y un escrutinio presidencial pacífico", al tiempo que ha aplaudido la reciente liberación de detenidos por parte de las autoridades. "Es un gesto al que doy la bienvenida", ha señalado.
Las tensiones han ido al alza en el país africano durante los últimos meses, especialmente después de que Ouattara anunciara que daba marcha atrás en su decisión de no presentarse y que finalmente concurriría a las urnas tras el fallecimiento del primer ministro y hasta entonces candidato gubernamental, Amadou Gon Coulibaly.
Posteriormente, el Tribunal Constitucional marfileño aceptó el 14 de septiembre su candidatura, pese a las denuncias de la oposición sobre una violación de la Carta Magna, argumentando que las enmiendas de 2016 ponían su contador a cero. Por otra parte, rechazó la de Gbagbo y la de Guillaume Soro, un antiguo aliado del presidente que llegó a ser primer ministro y presidente del Parlamento.
Ante esta situación, el expresidente Henri Konan Bedié, cuya candidatura sí ha sido aceptada, hizo la semana pasada un llamamiento --al que se ha sumado gran parte de la oposición-- a la desobediencia civil para intentar evitar un tercer mandato de Ouattara.
En respuesta, la gubernamental Agrupación de Houphouetistas por la Democracia y la Paz (RHDP) ha rechazado el llamamiento y ha recalcado que los comicios se celebrarán el 31 de octubre, independientemente de si hay o no boicot opositor, y que el actual mandatario será candidato.
Muchos marfileños temen que otra polémica electoral pueda conducir a una nueva oleada de violencia como la registrada tras los comicios de 2010, cuando Gbagbo se negó a reconocer la victoria de Ouattara, que remachó una década turbulenta en la que Costa de Marfil tiró por tierra años de avance próspero y estable.