BOGOTA, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Más de 3.000 indígenas paeces y guambianos reclamaron hoy martes la retirada "inmediata" de la fuerza pública de la zona donde en la noche del sábado murió un niño indígena de 10 años de edad por el estallido de una granada de mortero lanzada por el Ejército.
Tras una marcha por las calles de la población, los comuneros aseguraron que no es la primera vez que ocurre un suceso similar, según informó la emisora local 'Caracol Radio'.
La audiencia concluirá con un tribunal indígena que juzgará a los responsables del hecho. Si el tribunal encuentra alguna responsabilidad, los militares serían llamados a juicio.
Un niño indígena murió y un adulto resultó herido al explotar el sábado una granada de mortero lanzada por tropas del Ejército colombiano en la localidad de Jambaló, departamento del Cauca.
El hecho se registró durante un enfrentamiento entre tropas de la Tercera División y la columna móvil 'Jacobo Arenas' de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Un comunicado de prensa del Ejército precisó que las tropas estaban realizando un control territorial y que, tras escuchar explosiones cerca de un caserío, "lanzaron una granada de mortero que al parecer por fallas técnicas, quedó corta con relación a su objetivo".