Actualizado 17/06/2013 07:57

De la Calle advierte de que una Asamblea Constituyente podría rechazar un eventual acuerdo de paz


BOGOTÁ, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El jefe del equipo negociador del Gobierno en el diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, ha rechazado celebrar una Asamblea Constituyente para refrendar un eventual acuerdo de paz porque sería un "escenario de nueva deliberación" en el que se podría rechazar lo ya pactado.

En un artículo publicado este domingo en la revista colombiana 'Semana', De la Calle ha argumentado que "la Asamblea Constituyente ni es el mecanismo óptimo, ni el más práctico, ni produce los efectos que se le atribuyen", ante el insistente llamamiento de las FARC a crear una Asamblea Constituyente para formalizar el eventual acuerdo de paz.

"El acuerdo de La Habana prevé con gran acierto que lo que se suscriba entre las partes tiene que ser refrendado por los ciudadanos. Así, mientras las discusiones son reservadas, en su momento es la ciudadanía la que debe dar la última palabra", ha recordado el ex vicepresidente colombiano.

De la Calle ha explicado que una Asamblea Constituyente "más que un mecanismo de refrendación, es un escenario de nueva deliberación". "No es el punto final del diálogo, es por el contrario un nuevo comienzo del mismo. En vez de aprobar lo convenido, abre las puertas a la revisión y hasta a la negación de lo pactado", ha alertado.

Así, ha considerado que "una Asamblea Constituyente no solo es inconveniente para el país, sino para la propia mesa de negociaciones". "¿Alguien puede garantizar que lo acordado en La Habana se preserve?, ¿Alguien puede amarrar y siquiera predecir su composición política?", ha planteado.

A este respecto, ha rechazado la propuesta de crear una Asamblea Constituyente con "cuotas prefijadas, garantizando de ese modo su composición y su resultado". "Esta visión adolece de serias dificultades históricas, jurídicas y prácticas", ha señalado.

"Para sustentar esta idea se acude a lo ocurrido en 1990, cuando se utilizó un decreto de estado de sitio (ante el reconocido bloqueo institucional en Colombia), pero en esta oportunidad el Gobierno tiene que guiarse por la norma constitucional vigente", ha apuntado.

"Ni política ni jurídicamente es actualmente viable disponer de cupos 'ad hoc' para las FARC. La guerrilla tendría que someterse al resultado del voto popular sin que nadie pueda garantizar una cuota fija de miembros en la Asamblea Constituyente", ha sostenido.

En la misma línea, ha rechazado la opción de una Asamblea Constituyente "con temario limitado". "Si bien esta posibilidad existe en la Carta Magna, habría que examinar al menos dos riesgos bastante verosímiles: que se declare soberana, por lo que sus decisiones quedarían referidas exclusivamente a los mecanismos de control constitucional, y que la discusión se traslade a elementos institucionales, que no pueden definirse sin abordar la Hacienda Pública", ha expuesto.

Además, ha recordado que "para poner en marcha una Asamblea Constituyente se requiere una ley aprobada por la mayoría del Congreso, una votación popular para convocarla, el voto favorable de al menos la tercera parte del cuerpo ciudadano y otra elección para escoger a los constituyentes". "Hay otros mecanismos de verdadera refrendación popular mucho menos engorrosos", ha estimado.

CRÍMENES INTERNACIONALES

Por otro lado, se ha referido a "la creencia de que un acto soberano de ese cuerpo permite eludir los límites que impone el derecho penal internacional". "Es una visión incorrecta. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dicho que ni siquiera la votación popular permite burlar ciertas fronteras", ha aclarado.

Además, ha advertido de que "si una posible idea es dejar de lado el Marco Jurídico para la Paz, que ya es una norma constitucional destinada a abrir la puerta de la justicia transicional, para lograr que las decisiones en este terreno provengan con total libertad de este acto soberano, el resultado puede ser contraproducente".

"No sería imposible que una corte internacional estime que una Asamblea Constituyente 'ad hoc' mediante cuotas pactadas corresponda en verdad a una forma de amnistía usualmente reprobada en esas instancias supranacionales", ha indicado.

"Las únicas salidas que brindan seguridad jurídica a los guerrilleros desmovilizados son las que se ubican en los propios espacios que ha reconocido la justicia transicional para estos casos", ha insistido.

Por todo ello, ha concluido que "el camino no es la Asamblea Constituyente". "Hay mecanismos más fluidos, más acordes a la realidad actual, más innovadores para las posibilidades políticas de la guerrilla y más constructivos en la búsqueda de la solución del conflicto armado en Colombia", ha zanjado.