MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades colombianas han capturado a tres funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) por, presuntamente, haber agredido y abusado de algunos de los presos de la cárcel La Modelo, en Bogotá, que realizaron un motín exigiendo mayores medidas sanitarias.
Aunque por el momento solo se ha detenido a tres funcionarios, en total son los que serán imputados por tortura agravada en la noche del 21 de marzo del pasado 2020 en el centro penitenciario de la capital, en el que fallecieron 24 internos y más de cien resultaron heridos, recoge el diario local 'El Tiempo'.
Los tres dragonenantes --rango militar-- del Inpec se enfrentarán a las audiencias de legalización, imputación y solicitud de medidas de privación de la libertad por parte de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos de la Fiscalía colombiana.
Así, la Fiscalía ya apuntó que durante la retoma de la cárcel tras el motín se produjeron golpes a los presos, e incluso se les forzó a desnudarse. Esto mismo habría sucedido durante los traslados de los heridos a los centros médicos, e incluso alguno de los reos fue puesto en aislamiento y habrían sufrido agresiones.
La noche del motín se registraron 23 fallecidos por heridas de armas de fuego y otro más por caída libre, mientras que 33 de los más de cien heridos eran miembros del Inpec.
En noviembre de 2020, la organización Human Rights Watch (HRW) apuntó que "la mayoría de las balas descritas en los informes de necropsia son consistentes con que hayan sido infligidas con intención de matar".
Asimismo, añadieron que "los informes de autopsia no registran ningún indicio de heridas de bala que hayan sido efectuadas únicamente con el fin de herir a las personas, en vez de matarlas".
"Las autoridades de la Fiscalía General de la Nación tienen la obligación de adelantar investigaciones oportunas, imparciales y exhaustivas, y garantizar que los responsables por uso excesivo e injustificado de fuerza letal respondan por sus actos", señaló en aquel momento el director de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco.