MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Colombia ha informado este viernes de que uno de los implicados en el secuestro y asesinato de un equipo de periodistas del periódico ecuatoriano 'El Comercio' ha sido condenado en primera instancia a 28 años de cárcel por estos hechos ocurridos entre marzo y abril de 2018.
Un tribunal de Tumaco, en el suroeste de Colombia, ha declarado culpable a Gustavo Angulo Arboleda, alias 'Cherry', por su participación en el secuestro y custodia de los tres periodistas que posteriormente fueron asesinados.
Arboleda, quien ha asumido su responsabilidad y ha emitido una declaración de perdón a los familiares de las víctimas durante la lectura de sus sentencia, ha sido condenado también por los delitos de concierto para delinquir y secuestro agravado con extorsión, detalla la Fiscalía.
Se trata de la segunda condena que se dicta por este caso, después de que Jesús Vargas Cuajiboy, alias 'Reinel', fuera sentenciado a 28 años y ocho meses de prisión por su papel en la custodia de estas tres personas hasta que fueron asesinadas por orden de Walter Arizala, alias 'Guacho', quien murió en diciembre de 2018 durante un operativo militar.
De acuerdo con las investigaciones, las tres víctimas fueron retenidas en un primer momento por guerrilleros de la disidencia de las FARC 'Oliver Sinisterra' en algún punto de la provincia de Esmeraldas, todavía en suelo ecuatoriano. Desde ahí fueron trasladados a Colombia y entregados a 'Cherry'.
El equipo de 'El Comercio' estaba formado por el reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el presentador Efraín Segarra. Los tres habían sido enviados a la frontera entre Ecuador y Colombia para elaborar un reportaje de investigación.
Días después, los secuestradores difundieron un vídeo en el que las tres víctimas solicitaban al por entonces presidente ecuatoriano, Lenín Moreno (2017-2021), que les intercambiara por tres guerrilleros de esta disidencia que estaban detenidos en Ecuador.
Días después se confirmaron sus muertes a través de una serie de fotografías y un comunicado en el que se pedía la mediación internacional para trasladar los cuerpos, los cuales nunca fueron entregados hasta que las autoridades colombianas llevaron a cabo las labores de búsqueda.