COLOMBIA, 4 Nov (EUROPA PRESS)
El pasado lunes, el departamento del Meta fue escenario de un preocupante hecho denunciado por el Ejército de Colombia, el secuestro de dos de sus militares atribuido a las disidencias de las FARC lideradas por Alexander Díaz Mendoza, conocido como 'Calarcá'. Este suceso se produjo en la vereda Getsemaní, en el municipio de La Macarena, en el contexto de una operación militar que servía de soporte a la Fiscalía colombiana, que recientemente había visto como una mujer integrante del organismo fue secuestrada y luego liberada.
Una multitud de aproximadamente 400 personas, presuntamente forzadas por el grupo armado organizado residual (GAO-r) Bloque Jorge Suárez Briceño, retuvo inicialmente a cuatro soldados, para después liberar a dos de ellos, según informó el Ejército a través de un comunicado en la plataforma X. El Ejército expresó su "preocupación" por la situación de los dos efectivos retenidos, a quienes se obligó a cambiar su uniforme militar por ropa de civil y fueron llevados a un lugar no revelado por la comunidad.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, manifestó su "rechazo categórico" frente a este acto, señalando directamente a "unas personas en connivencia con las disidencias del cártel de alias 'Calarcá'", y condenó "la perversa alianza para fomentar el crimen y el delito, que luego hace metástasis en masacres, terrorismo y desplazamiento forzado a las mismas comunidades".
Sánchez afirmó que "la Fuerza Pública no descansará hasta lograr la liberación de nuestros soldados y restaurar plenamente el orden en la región". Destacó el compromiso del gobierno con la seguridad de los colombianos y el respeto a los Derechos Humanos, subrayando que no se tolerará el regreso a la violencia del pasado ni se permitirá que se mancille la dignidad de las tropas.