Publicado 03/01/2020 04:15

Colombia.- El Ejército viaja al norte de Colombia ante las denuncias de la presencia masiva de paramilitares

BOGOTÁ, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Colombia ha anunciado este jueves que enviará un escuadrón de 150 militares a Bojayá, en el departamento de Chocó, en el norte del país, después de que se haya denunciado que al menos 300 paramilitares habrían llevado a cabo operaciones e incursiones en varias zonas del municipio con el fin de controlar una zona estratégica en el tráfico de estupefacientes y otras actividades delictivas.

La Comisión Intereclesial de Justicia y Paz denunció en vísperas de Año Nuevo que paramilitares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) habían tomado el control del sector de Porgue, una zona rural de Bojayá, amedrentando y confinando a sus habitantes, así como restringiendo sus comunicaciones.

El municipio de Bojayá y otros de Chocó se encuentran en constante riesgo pues se consideran un paso fundamental para el tráfico de drogas hacia Centroamérica y Estados Unidos, lo que hace que los grupos armados ilegales se disputen la zona, tal y como han detallado varios medios locales.

La minería y la tala ilegal, así como el reclutamiento forzoso de menores para engrosar sus filas, son otros de los acicates de estos grupos armados para intensificar y disputarse la hegemonía de esta zona, que se ha visto fuertemente minada para evitar la presencia de sus pobladores.

Varios líderes locales han denunciado que el confinamiento que se vive actualmente deriva de la escalada de violencia que ha padecido la región en las últimas fechas, ante la cual el Gobierno, han criticado, ha reaccionado tarde, pese a que el presidente de Colombia, Iván Duque, haya pedido hace unos días que se fortaleciera la presencia de las Fuerzas Armadas en la zona.

Tras la salida de las FARC de la zona con motivo de la firma definitiva de los acuerdos de paz, ha sido el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, una escisión de las AGC, quienes se encuentran actualmente disputándose este territorio.

Las comunidades afectadas temen que se vuelvan a producir episodios como el vivido en 2002, cuando en la conocida como 'masacre de Bojayá', casi un centenar de personas, que se encontraban refugiadas en una iglesia para protegerse de los enfrentamientos entre las FARC y los paramilitares, fallecieron después de que la guerrilla lanzara un cilindro bomba contra el edificio.